Una condena muy alejada de las pretensiones de la acusación particular que ejercía la familia de la fallecida, que reclamaba para el encausado tres años de prisión y la privación del derecho a conducir durante cuatro años.
El fallo del Penal 1 reconoce que el condenado circulaba a 100 kilómetros por hora en la N-120, a su paso por Vilamartín, a una velocidad excesiva 'para su condición de conductor novel (había obtenido el carné en julio) y su inexperiencia en la conducción'. Esta circunstancia influyó en que perdiera el control del coche e invadiera el carril contrario, por el que iba la joven de 23 años Pilar Sotelo, contra la que chocó frontalmente. A consecuencia, del impacto, la chica murió en el acto.
La magistrada entiende que la prueba practicada acredita 'una negligencia leve del conductor, consistente en circular a una velocidad superior a la que le era exigida por ser novel'. Para ello, tiene en cuenta el hecho de que el cuentakilómetros del coche, tras el siniestro, marcaba 100 km/hora y que el propio acusado, en su primera declaración, admite (posteriormente la rebajó a 80 km/hora). (Leer más)
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