La creciente popularidad de las aplicaciones móviles se han convertido en la mayor amenaza de los conductores. Publicar en las redes sociales como Snapchat fotos en la que existe la opción de registrar la velocidad a la que circula el vehículo en ese momento o cazar Pokémon con el coche en movimiento en el famoso juego de Nintendo son algunas de las principales causas a las que expertos de distintas instituciones achacan que este año se haya producido el mayor incremento porcentual de muertes por accidentes de tráfico en Estados Unidos de los últimos 50 años, según se desprende de los datos ofrecidos por la Administración Nacional de Seguridad Vial (NHTSA).
Tras 40 años de caídas, en los seis primeros meses de este año, 17.775 personas fallecieron al volante en EEUU, lo que supone un incremento del 10,4% respecto al mismo periodo de 2015. Unos guarismos que ya de por sí son de por sí alarmantes, pero que cobra aún más fuerza cuando surgen episodios como el ocurrido el pasado 26 de octubre que investiga actualmente la Policía de Florida, cuando un adolescente grabó desde el puesto de copiloto del coche cómo él y su acompañante circulaban a 185 km/h antes de que impactaran contra otro vehículo.
Por este tipo de sucesos, el Departamento de Transportes ha elaborado un plan de acción para incrementar la seguridad por medio de endurecer la vigilancia. Según informa el New York Times, entre las medidas se encuentra endurecer las sanciones por el no uso del cinturón o el casco en caso de las motos y, especialmente, contra las distracciones al volante o la conducción en estado ebrio.
Asimismo, se pretende acelerar la llegada de las tecnologías de conducción autónoma, un hecho que ya recibió el apoyo de Obama y que se espera que apresure con la llegada de Trump al poder.
Y es que, a pesar de que las marcas han mejorado sensiblemente la conectividad de sus nuevos vehículos por medio de la inclusión del Head Up Display o el Apple Car y Car Play, que permiten manejar el smartphone por medio de la voz, no es suficiente. Deborah Hersman, presidenta de la organización de seguridad nacional sin ánimo de lucro National Safety Council y exdirectora de La Junta Nacional de Seguridad del Transporte, incluso pone en entredicho si estas tecnologías de verdad ayudan a centrar la atención en la carretera o, por el contrario, invitan a estar más pendiente del móvil. "El problema es la carga de trabajo cognitivo que hay en el cerebro" en todo momento, asegura.
Una teoría que también respaldan las compañías de seguros, las cuales están convencidas de que detrás del gran incremento de las muertes en carretera está el teléfono móvil. "Este es un serio problema de seguridad pública para la nación. Estamos tratando de averiguar en qué medida este es el nuevo hábito", afirma Robert Gordon, vicepresidente de la Asociación de Aseguradoras de EEUU.
Fuente: El Economista
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