Un vehículo que circula con luz diurna, o que lleva las luces de cruce encendidas mientras transita de día, es visible desde una distancia de 240 metros
La disminución del número de horas de luz con la llegada del otoño, y cuando entremos en la estación invernal, refuerza la necesidad de vigilar especialmente el estado del alumbrado de los vehículos. Así lo ha entendido la Dirección General de Tráfico (DGT) en su última campaña informativa, incluyendo un mensaje sobre la necesidad de revisar las lucespresente en los paneles de Tráfico de la red viaria española y animando a los conductores a usar la luz diurna -si sus vehículos disponen de ese tipo de dispositivos- o a llevar las luces de cruce encendidas de día si no cuentan con ellos.
Un vehículo que circula con luz diurna, o que en su defecto lleva las luces de cruce encendidas mientras transita de día, es visible desde una distancia de 240 metros. Si no lleva el alumbrado encendido esa distancia de reduce a menos de la mitad.
Utilizar la luz diurna o llevar las luces de cruce encendidas en estos días de Otoño donde se reducen las horas de luz, hace que nuestro vehículo sea percibido por los demás desde mucho más lejos. Según las estimaciones más rigurosas, esa distancia puede ser de más del doble, un factor que incide positivamente sobre la seguridad vial al mejorar aspectos como la distancia de seguridad, detección y velocidad, segúin las explicaciones de Juan Sologuren, responsable de la marca de lámparas para el automóvil Philips en España.
La legislación europea obliga, desde febrero de 2011, a que todos los vehículos recién salidos de fábrica equipen dispositivos de luz diurna con lámparas de bajo consumo cuya puesta en marcha se produce al arrancarlos. En el caso de los vehículos adquiridos antes de esa época, los conductores pueden mejorar su visibilidad en carretera durante los días más oscuros del otoño llevando encendidas las luces de cruce. Sí es importante, como nos recuerdan estos días los paneles de Tráfico, revisar periódicamente el estado de las luces. «En caso de mal funcionamiento de las mismas, lo ideal, para garantizar su rendimiento, y evitar averías, es que las cambiemos de dos en dos», comenta Juan Sologuren.
El reemplazo de las lámparas por parejas en una práctica que reporta importantes beneficios en términos de seguridad. Evita que el haz de luz resultante al cambiar una única lámpara pueda quedar descompensado, haciendo más peligroso circular de noche, o que la unidad no reemplazada falle poco tiempo después de que lo haya hecho la primera debido al natural desgaste de sus filamentos. Por añadidura, si una de las bombillas es más luminosa que otra, tanto las marcas de la carretera como las señales de tráfico no se reflejarán adecuadamente. Además, una lámpara nueva con un haz de luz de 75 metros apenas iluminará 50 metros pasados 3 años.
Fuente: ABC
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