Los peatones suelen ser la parte débil en los conflictos de tráfico, pero la razón no está siempre de su lado. De hecho, “en el 40% de los casos son ellos los infractores”, denuncia el agente primero Javier Berrozpe. La Policía Municipal de Bilbao ha desarrollado esta semana una campaña de control de conductas peatonales peligrosas y sancionables en muchos casos. Los agentes se han situado en media docena de cruces de la villa para observar y, en su caso, corregir acciones como pasar un semáforo en rojo o lanzarse a la carretera sin mirar. “Muchos viandantes van pendientes del móvil y no se percatan del peligro”, lamenta Berrozpe. Las cifras no engañan. Un total de 130 personas han sido atropelladas en Bilbao hasta el tercer trimestre de este año, una de ellas con final trágico.
Acostumbrados a ver a los policías municipales dedicados sólo a controlar a los vehículos, muchos peatones se han sorprendido al comprobar esta semana que los vigilados eran ellos. “Vamos de prisa y pensando en nuestras cosas”, reconoce una de las viandantes, que agradece la presencia de los agentes. La Policía de Bilbao ha completado así la segunda campaña anual para evitar atropellos en las vías urbanas, según las directrices del Plan Estratégico de Seguridad Vial del País Vasco. Sus principales objetivos son concienciar sobre la responsabilidad compartida de conductores y peatones, así como incidir sobre los peligros que entraña la actuación imprudente de cualquiera de ellos. Para realizar el plan, los agentes han practicado una media de cuatro controles diarios, dos por la mañana y dos por la tarde, en los pasos de peatones que, por su diseño o por su ubicación, resultan más peligrosos. (Información completa)
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