Una parte del problema está detectada y hay que corregirla: a la hora de sacarse
la teórica, los hombres apenas pisan la autoescuela. Memorizan ochocientas
preguntas para luego contestar mecánicamente. Las mujeres sí acuden al aula. Y
eso se traduce en mayor concienciación y, consecuentemente, en más seguridad.
Profesionales como Manuel Maceiras Barallobre (Oleiros, 1954), responsable de
formación de las autoescuelas gallegas, abogan por la asistencia obligatoria a
las clases y aplauden que la base de datos de preguntas aumente hasta las
15.000; en ello nos va la vida. (Leer más)
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