La lluvia convirtió de nuevo la A-55 en una pista deslizante en el tramo peligroso del kilómetro 12
La tópica imagen de accidentes sin víctimas o con heridos leves y fuertes retenciones se volvió a repetir ayer en la A-55 Vigo-Porriño en el tramo más peligroso por número de siniestros de toda la red estatal de carreteras, como recogen las estadísticas anuales de la Dirección General de Tráfico. En este caso, el tiempo inestable, con lluvia fina, y la fuerte circulación durante toda la mañana fueron argumentos suficientes para concatenar una serie de colisiones con daños materiales que bloquearon la autovía y dejaron en evidencia sus condiciones, bien conocidas por los usuarios y también por la DGT y el Ministerio de Fomento. Por la tarde, se repitió la escena y en el mismo punto: de nuevo salidas de pista, choques y largas caravanas.
Aunque Tráfico no quiso confirmar cuantos siniestros se produjeron, con seguridad hubo media docena por la mañana, la mayoría en el mismo punto, en los kilómetros 10 y 12 en dirección de Porriño a Vigo, subiendo hacia el alto de Puxeiros, y otros tantos por la tarde. Se trata de un tramo que se recorre a un máximo de 80 por hora -o incluso 60- y que cuenta con algunas de las curvas más peligrosas de todo el trazado. Pese al trabajo en el peralte y el cambio del firme, por otro más rugoso, la combinación de lluvia y circulación densa resulta letal. Y ayer también durante todo el día, lo que obligó a los agentes de la DGT a multiplicarse.
El Ministerio de Fomento ya comunicó oficialmente al Concello de Mos, por cuyo territorio se traza dicha zona, que ha tomado la decisión de fijar como prioridad la construcción de un túnel entre O Meixoeiro y las curvas peligrosas que permita reducir la siniestralidad de forma definitiva. La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, explicó en un reciente pleno de su Corporación los planes de Fomento, que de momento pasan por la redacción de un proyecto de túnel de 2,5 kilómetros bajo Puxeiros, similar al que ya fue presentado en 2009. Se trataría de un trazado subterráneo desde el seminario salvando Puxeiros para volver a la superficie. En total, 10 kilómetros de vía y un coste de 170 millones de euros. El proyecto quedó paralizado no sólo por su coste sino por la complejidad técnica del mismo, si bien ahora Fomento quiere retomarlo tras el nuevo estudio. Mos también está dispuesto a aceptar la solución como la "menos mala", antes que otra autovía. (Información)
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