Una encuesta de la CLCV (Asociación Nacional para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.) apunta
grandes diferencias de precios según las ciudades de Francia. El ministro de Consumo
BenoÎt Hamon ha indicado que iba “a pedir al Servicio Contra el Fraude que aclare
lo que ocurre en las autoescuelas”.
Falta de transparencia en las
tarifas, diferencia de pecio del simple al doble según las ciudades para los servicios más comúnmente ofertados, clases extras que pesan mucho en la factura…La
encuesta publicada hoy por la Asociación de Consumidores CLCV sobre las prácticas
de las autoescuelas va a dar alas al enfado de los candidatos al permiso de
conducir, quienes se quejan a menudo del excesivo coste de la preparación a
dicho examen.
La asociación ha efectuado en el
primer semestre de 2013 un test en 447
autoescuelas de las aproximadamente 11.000 censadas en Francia. Primera queja:
obligación de exponer las tarifas visibles desde el exterior, incompleta en un
tercio de los casos, y “a menudo incomprensible”. Sobre todo, la tarifa estándar de 20 horas de clase, el más suscrito por los alumnos, puede variar del
simple al doble según la ciudad: desde 780 euros en Lille a 1.425 euros en
Paris. No hay nada que justifique esta diferencia, según la CLCV, aunque la Asociación recuerda que los precios son libres. En la capital, el pack de 20
horas más barato cuesta 890 euros. A nivel nacional, el coste medio anotado por
la CLCV es de 1067 euros.
Otro fallo: incluso si no lo
impone la ley, las autoescuelas no anuncian ni el plazo de presentación a los
exámenes (que varía mucho según las regiones, y alcanza para la prueba practica
hasta 4 meses en Ile de France –región parisina- asegura la CLCV) ni el
porcentaje de aprobados a las pruebas practicas y teóricas, dos informaciones
que serian muy útiles a los candidatos.
En fin, si el bono que incluye 20 horas de conducción (el mínimo
previsto por la reglamentación) es el que se ofrece lo más comúnmente, a menudo
no es suficiente y necesita clases extras que aumentan la factura. “El pack de 20h parece más un reclamo por su precio que una oferta suficiente para obtener
el permiso. Es un poco como coger un bono de teléfono móvil que estaríamos
seguros de sobrepasar “.
Dicha encuesta no ha tardado en
hacer reaccionar a los poderes públicos. En la emisora de radio Europe 1, el
ministro de Consumo Benoît Hamon ha indicado que iba a “aprovechar esta alerta
de la CLCV para pedir al servicio contra el fraude que aclare lo que ocurre en
las autoescuelas”.
Los profesionales, por su parte,
se defienden señalando la falta de examinadores, lo que alarga los plazos, y
por lo tanto engorda la factura. “El principal problema, es el número de plazas
de examen, adelanta Bruno Garancher, presidente de ECF (Grupo de autoescuelas), la principal red
del sector. Hoy por hoy, las tres cuartas
partes de las clases suplementarias facturadas son por la espera para la primera o segunda convocatoria
“. Según el estudio de la Prevention routiere (seguridad vial), más de la
mitad de los jóvenes que han suspendido han tenido que esperar 3 meses o más
para volver a examinarse del examen práctico. 25,6% han esperado por lo menos 5
meses.
Es imposible prever el tema,
según Bruno Garancher : los plazos pueden variar de un mes para otro según la
disponibilidad de los examinadores. En cuanto a la publicación de los índices
de aprobados, eso se hizo ya en el pasado, asegura el presidente del ECF,
pero lleva a las escuelas a seleccionar
sus candidatos. (Información)
Traducción: Noële Grente Lemullier
ASEXTRA Alicante
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