Es la mejor manera para asegurarse de que no viene ningún vehículo por atrás.
La proliferación de vehículos de dos ruedas en el tráfico
urbano hace necesario tomar medidas especiales para garantizar la seguridad de
todos los usuarios de la vía, sobre todo de los más vulnerables. Obviamente,
saltarse las normas de circulación puede provocar un accidente. Sin embargo,
hay un gesto aparentemente inofensivo que puede tener consecuencias fatales
para ciclistas o motoristas. Nos referimos a la operación de abrir la puerta
del coche.
Cuando el conductor o un ocupante trasero procede a salir
del automóvil por el carril contiguo a la circulación sin comprobar si se
aproxima alguien por atrás, se puede dar el caso de que el vehículo que se
acerca no tenga suficiente tiempo de reacción para evitar la colisión. Y si se
trata de un usuario que viaja sobre dos ruedas fácilmente acabará en el asfalto
con alguna lesión de mayor o menor importancia.
Fuente: lavanguardia.com
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