El mal estado de los etilómetros que utiliza la Policía Local de Valencia para sus controles de alcoholemia está provocando, además de pérdida de tiempo y energía, pérdida de dinero para las arcas municipales. Cuando se comprueba, en un segundo test sanguíneo, que ha habido un error y el coche ya ha sido retirado por la grúa, es el propio consistorio el que debe correr con el gasto de esa retirada, según han denunciado fuentes solventes. Y son muchos casos, dicen, los que se producen en la ciudad. (Leer más)
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