Las autoridades de seguridad vial de Portugal van a poner en marcha esta semana un modelo de carné de conducir por puntos similar al que ya está en vigor en España.
A partir del miércoles, 1 de junio, los conductores portugueses tendrán su nuevo permiso, con los 12 puntos con los que arranca.
Según la Autoridad Nacional de Seguridad Rodoviaria (ANSR), con este nuevo modelo se busca "promover la adopción de comportamientos más seguros y responsables" en las carreteras del país, con una de las tasas de siniestrabilidad más elevadas de la Unión Europea.
El sistema, que la ANSR describe como "más simple y transparente", funcionará más o menos como el español, es decir, los conductores perderán puntos en función de las infracciones que cometan, y los ganarán por buen comportamiento.
Concretamente, perderán 6 puntos si son responsables de una infracción criminal, 4 ó 5 si se trata de una infracción "muy grave", como puede ser conducir bajo los efectos de las drogas o de un nivel elevado de alcoholemia, y 2 ó 3 puntos en caso de infracciones menos graves.
El carné tiene además una vertiente pedagógica ya que, cuando un automovilista se quede con un saldo de 4 ó 5 puntos, deberá asistir a cursos de formación, mientras que si solo mantiene 1, 2 ó 3 puntos, tendrá que repetir el examen teórico y, en caso de suspender, se quedará sin licencia.
Para los que pierdan los 12 puntos, la retirada del carné será inmediata y no podrán volver a examinarse para sacarlo de nuevo en un plazo de dos años.
Los buenos conductores también serán recompensados con puntos, hasta un máximo de 15, cuando, por ejemplo, no cometan infracciones en un plazo de tres años.
A pesar de que el nivel de siniestrabilidad se redujo en los últimos años, Portugal sigue teniendo uno de los más elevados de la UE.
Durante el año pasado, se registraron 122.800 accidentes de tráfico en las carreteras lusas, con el resultado de 478 víctimas mortales, 2.206 heridos graves y 37.958 leves.
Fuente: La Vanguardia
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