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martes, 13 de octubre de 2015

Los examinadores de tráfico llevan un mes de huelga por su seguridad y sueldo

Las agresiones a miembros del colectivo por parte de alumnos suspendidos son cada vez más frecuentes. Las autoescuelas aseguran que el 50% de los alumnos se quedan sin realizar las pruebas

Los examinadores de tráfico llevan ya un mes de huelga en toda España en búsqueda de mejoras salariales y para reclamar más seguridad en su trabajo. Se trata de paros parciales durante los días laborables, en los que dejan de examinar desde las 12.00 hasta las 15.00 horas.

Su negativa a completar la jornada ha producido un "gran trastorno" a las autoescuelas, denuncia Carlos Bricio, de la Asociación de Autoescuelas de Zaragoza, que teme que si la situación se prolonga se llegue a bloquear el funcionamiento de las academias de futuros conductores. "El 50% de los alumnos se queda sin examinar", asegura.

"Básicamente, pedimos un aumento salarial y también que se nos permita entregar la nota del examen al día siguiente para evitar agresiones", resume Juan José Serrano, examinador zaragozano que pertenece a la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), uno de los sindicatos convocantes de la huelga, junto a CGT, CSIF y USO.

En el conjunto de Aragón trabaja una veintena de examinadores y solo siete de ellos, todos con base en Zaragoza, paran tres horas cada día laborable. En Huesca y Teruel la huelga no ha tenido ninguna incidencia, pero a nivel nacional el paro es secundado por el 69% de los profesionales.

SUELDO

El problema de los examinadores, que son funcionarios de la Dirección General de Tráfico (DGT), radica en que en el 2008 la crisis económica paralizó la actualización de sus complementos específicos y los salarios se estancaron, al tiempo que aumentaba la carga de trabajo y la jornada se extendía, según explica Serrano.

Pero el sueldo es solo parte del problema. Lo que también preocupa a los examinadores, y mucho, son las agresiones que sufren algunos miembros del colectivo cuando, al término de una prueba, el alumno que se acaba de enterar de que ha suspendido la emprende con ellos con golpes e insultos, algo cada vez más habitual. Un problema de violencia que también han venido denunciando otros colectivos como el sanitario o el del profesorado.

"Para evitar este tipo de sucesos solicitamos algo tan sencillo como que las notas se faciliten al día siguiente por correo", comenta el sindicalista, que dice que este sistema se aplica con éxito en Francia.

Ninguna de estas reivindicaciones ha recibido respuesta de momento por parte de la DGT, por lo que los examinadores en huelga han decidido celebrar un paro total el día 21 de octubre, en el que también se realizará una concentración en las pistas de examen de Móstoles, en la Comunidad de Madrid. La elección de esta localidad no es casual. Es una de los pocos lugares que cuentan con zonas seguras para la realización de las pruebas, con lo que se elimina el riesgo de agresión.

Este nuevo conflicto ha vuelto a provocar complicaciones para los alumnos y las autoescuelas en un sector que parecía pacificado tras unos últimos años convulsos. Por orden cronológico, el primer problema de los últimos años fue la carencia de examinadores. Por dificultades presupuestarias --de las que ahora se quejan ellos mismos--, el ministerio comenzó a no renovar los contratos de los que se iban jubilando, de forma que la lista de espera para el examen práctico aumentó exponencialmente.

El asunto se solucionó, lógicamente, con la incorporación de profesores, primero con refuerzos de otras provincias --o llegados directamente de la capital--, y posteriormente con personal más estable.

Apenas estaba apagado este incendio cuando llegó la polémica de los exámenes teóricos. Al habilitar los test electrónicos en lugar de los tradicionales en papel, el servicio se centralizó en el aula de Vía Univérsitas de Zaragoza, y las sedes del resto de la provincia, como Calatayud, Ejea y Tarazona (el problema se repitió luego en Huesca), protestaron. Finalmente el ministerio cedió y se siguen practicando exámenes en papel en todas estas localidades. Aunque la directora general de Tráfico, María Seguí, no dejó de apuntar que se trataba de un sistema "obsoleto" en cada visita a Zaragoza que realizó en los últimos meses. (Información)

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