Los funcionarios elevan el nivel de movilizaciones tras el "inmovilismo" de Tráfico
Los examinadores de Tráfico elevan su apuesta en la pelea laboral que mantienen con la DGT desde el pasado 14 de septiembre, cuando comenzaron una huelga parcial indefinida. Tras más de tres semanas y ante el "inmovilismo" del departamento encabezado por María Seguí, CSI-F ha convocado el próximo 21 de octubre una primera jornada de paro completa. "Hasta ahora solo hemos encontrado la callada por respuesta por parte de Tráfico, pese a que las movilizaciones han tenido un seguimiento entre el colectivo superior al 70%", ha recalcado Francisco Camarillo, secretario de Acción Social del sindicato, mayoritario entre los funcionarios. Según sus cálculos, ya se han tenido que aplazar más de 45.000 pruebas para obtener el carné de conducir.
La "principal" reivindicación de los examinadores pasa por la modificación de la entrega de la calificación del test práctico. Los trabajadores exigen que se deje de comunicar a los alumnos in situ el resultado de las pruebas, ya que denuncian amenazas diarias y agresiones. "Simplemente, lo que no queremos es que nos peguen", recalca Manuel de Santiago, responsable de CSI-F en las negociaciones con la DGT. Según Tráfico, no "suponen un grave problema" ni "sustentan" la huelga los ocho ataques a examinadores registrados en 2014 y los 15 contabilizados en los primeros ocho meses de este 2015.
El departamento encabezado por Seguí asegura que el número de agresiones es muy pequeño en comparación con los dos millones de pruebas (teóricas y prácticas) organizadas cada año. Una tesis que rechazan con contundencia los trabajadores. "Hagamos otra cuenta. Comparemos el número de ataques con los apenas 500 examinadores en activo o con los 700 que componen el colectivo", subraya De Santiago, que considera "innegociable" para parar la huelga que se modifique el sistema de comunicación de la nota.
El sindicato ha convocado, paralelamente, una concentración el 21 de octubre ante la sede central de la DGT en Madrid. "Para dar visibilidad social a la protesta y desbloquear la ausencia de negociación y de alternativas al conflicto laboral", ha señalado CSI-F, que ha exigido también una reunión con los ministros de Interior y Hacienda, Jorge Fernández Díaz y Cristóbal Montoro, para que “medien” entre los trabajadores y Tráfico.
Las exigencias de los examinadores contemplan tres puntos principales, además del referido a las agresiones sufridas. En primer lugar, piden una mejora de los complementos retributivos —"hace 10 años que no se han revisado", apunta el sindicato—. En este aspecto, la DGT pone la pelota en la Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones (CECIR). "Es el organismo que lo tiene que aprobar", señala un portavoz de Tráfico, que exigió el miércoles a los colectivos que desconvocasen la huelga —respaldada por CSI-F, USO, CGT y la Asociación Española de Examinadores de Tráfico (Asextra)—.
La segunda exigencia de los funcionarios es que se reduzca el número de pruebas por examinador Actualmente, deben hacer un máximo de 13 test prácticos al día. Exigen que bajen a 12. "No es normal que Tráfico aconseje descansos cada dos horas y a sus trabajadores los condene a una jornada continuada dentro de los vehículos", recalca el colectivo, que también pide al organismo dirigido por Seguí una garantía de que no se va a privatizar el servicio. (Información)
www.elpais.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario