Valls, que presentaba a la prensa las cifras de la siniestralidad en carretera durante 2012, señaló que antes de tomar una decisión espera el resultado del grupo de trabajo sobre el alcohol al volante que se ha constituido en el Consejo Nacional de la Seguridad Vial.
El pasado mes de octubre, el Gobierno ya había retrasado hasta marzo de 2013 la imposición de sanciones a los conductores que no lleven un alcoholímetro, ante los problemas de aprovisionamiento por las decenas de millones de unidades necesarios y la fuerte subida de precios para algunos por el pico de demanda. (Noticia)
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