El presidente de la Asociación de Examinadores de Tráfico de España (Asextra), Joaquín Jiménez, ha advertido de que los 10 minutos de conducción autónoma incluidos en el nuevo examen práctico de conducir no es lo mismo que «ir por donde a uno le dé la gana», y ha señalado que en caso de que el examinador detecte que el aspirante ha memorizado el camino para no encontrar sorpresas, le puede cambiar el recorrido.
«Lo bueno de haber hecho una experiencia piloto (la DGT lleva meses ensayando el nuevo sistema en varias jefaturas de Tráfico) es que hemos visto muchas cosas», ha señalado Joaquín Jiménez, presidente de la Asociación de Examinadores de Tráfico de España (Asextra), que ha asegurado que los examinadores se han encontrado con casos de profesores que habían enseñado un camino de 10 minutos a los alumnos para reducir errores en el examen.
Esta «trampa» es teóricamente posible porque en la nueva prueba el examinador pide al aspirante que se dirija a un sitio, dándole hasta 6 premisas. Pero si el aspirante no las conoce ninguna se le dice que circule libremente. Aprovechando este modelo, los examinadores han encontrado que algunos alumnos aseguran no conocer ninguna de las premisas y cuando se les dice que circulen libremente van por el camino que han aprendido previamente en la autoescuela para minimizar problemas.
Sin embargo, Jiménez ha explicado que esta estrategia en la práctica no es posible porque el examinador puede «reconducir el examen con una indicación cuando detecta indicios» de memoria. «Le digo por ejemplo que haga un cambio de sentido, y ya le he cambiado totalmente los planes», ha indicado el presidente de Asextra, que ha desanimado a enseñar este tipo de rutas.
Positivo, pero con mejoras
En general, los examinadores han calificado positivamente «todo lo que tenga como resultado que el alumno salga mejor preparado», y en este sentido han aplaudido que se introduzca en el examen una parte de comprobaciones previas en la que se pregunta por el medidor del aceite, los documentos, los sistemas de frenado..., aunque han hecho algunas críticas a otras partes del examen.
Así, Jiménez ha criticado que en el nuevo examen la interrupción de la prueba deba ser, según una instrucción enviada por la DGT, la excepción y no la norma. «No parece de recibo mantener dando vueltas a un alumno que ya ha suspendido hasta que agote los 20 o 25 minutos de la prueba», ha señalado.
Asimismo, ha valorado que los examinadores comuniquen el resultado de la prueba a los aspirantes, pues se da mayor servicio al ciudadano, pero ha temido que si el año pasado hubo 9 agresiones a examinadores por alumnos suspendidso, con el nuevo sistema esta violencia «se multiplique por dos». «Nos da un poco miedo que algunos alumnos no sepan reaccionar bien», ha apuntado.
También ha cuestionado que se pueda pedir al aspirante que conduzca durante 10 minutos (tiempo que dura la parte de conducción autónoma) siguiendo indicaciones de un GPS. «Si el objetivo es una actuación no condiciona por la continua indicación del examinador, ¿qué diferencia hay con que las indicaciones no las dé el examinador, sino que las dé un GPS?», se ha preguntado.
Por último, ha apuntado que el hecho de que ahora se introduzca la conducción eficiente en el examen práctico es peligroso, pues si «para conductores habituales es complicado hacerla, para uno que está empezando a aprender es todavía más difícil». En este sentido, ha indicado que técnicas para ahorrar combustible como «saltos de marcha» o conducir con relaciones largas pueden ser incompatibles en algunos casos con la seguridad vial. (Información)
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