El motorista Británico David Holmes murió en un accidente de tráfico y grabó su propia muerte con la cámara que llevaba en su casco.
Ocurrió en junio del año pasado, en la carretera A-47 de Honingham (Norfolk, Reino Unido ), cuando un Renault Clio apareció de improviso en un cruce y Holmes, que circulaba a 156 kilometros por hora, no tuvo tiempo de maniobrar para evitar el accidente y chocó contra él, muriendo en el acto.
El vídeo del mortal accidente dura apenas 28 Segundos y se difunde por expreso deseo de la familia del fallecido, con el fin de concienciar a los conductores sobre los efectos del exceso de velocidad.
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