Imagínate por un momento que María Seguí, directora general de Tráfico, tuviera que llamarnos por teléfono a todos para reprendernos por una actitud irresponsable al volante. Pues precisamente es lo que ha sucedido cuando se enteró de que Iker Casillas seguía conduciendo con una mano escayolada y que a Gerard Piqué no le importaba viajar en coche con su hijo neonato en brazos, sin un sistema de retención adecuado para recién nacidos.
Es lo que tiene ser una figura pública, pero también un ejemplo a seguir por el resto de los españoles. Con mucha razón María Seguí piensa que la actitud de estos dos jugadores de la selección española de fútbol, tira por tierra muchos años de campañas luchando para mejorar la seguridad vial. Sinceramente pienso que es un tanto exagerado y que el halo que rodea a ambos jugadores es tal, que el detalle habrá pasado desapercibido por la mayoría de los espectadores que lo vieran en la prensa o en televisión. (Leer más)
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