El acusado, marroquí con residencia en Melilla, circulaba sin carnet cuando dos guardias lo pararon.
Un ciudadano marroquí con residencia en Melilla se enfrenta al pago de una multa de 12 meses (a razón de 10 euros diarios, lo que suma 3.600 euros), tras haber sido cazado a los mandos de un ciclomotor sin disponer de permiso de conducir.
El inculpado, que responde a las iniciales S. A., no compareció en la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal número 2 de esta ciudad, pese a que había sido citado “en tiempo y forma”, según indicó la juez. Sin embargo, al no solicitar el Ministerio Fiscal una pena de prisión para el acusado, el juicio pudo celebrarse en su ausencia.
La incomparecencia de los imputados será impedimento para que se lleve a cabo el juicio sólo cuando la condena exigida en el escrito de acusación sea superior a los dos años de cárcel, un requisito que no se daba en este caso.
Los hechos enjuiciados ayer tuvieron lugar el 13 de mayo del año pasado en la calle Acera Regente. Los únicos testigos que prestaron declaración fueron dos agentes de la Guardia Civil.
Sin documentación
El primero en testificar indicó que sobre las 10:30 horas, en un control rutinario, se le requirió al acusado su permiso de conducir. El inculpado no llevaba encima ningún tipo de documentación que le habilitara para hacerlo.
Tanto el primer agente en declarar como su compañero se remitieron al atestado que firmaron el día de los hechos, en el que daban parte de que el acusado no contaba con licencia para conducir vehículos a motor.
Tras la declaración de los guardias, la fiscal consideró probado que el acusado cometió un delito contra la seguridad vial, pues dio credibilidad a su testimonio.
Aceptación por la defensa
La abogada defensora del inculpado optó por no formular pregunta alguna a los dos testigos del Instituto Armado y, tras escuchar el alegato del Ministerio Fiscal, afirmó que no tenía “nada que añadir” a lo expuesto por la acusación pública.
En un principio, la fiscal había solicitado en su escrito una pena de 18 meses de multa pero, al comprobar que el acusado carecía de antecedentes penales, decidió reducir su petición a 12 meses.
Conocimiento de las normas
El Ministerio Fiscal subrayó que el inculpado, aunque es de nacionalidad marroquí, “tiene residencia en Melilla” y que, por ello, debería tener “pleno conocimiento” de que la ley no permite la conducción sin permisos.
Fuente: Faro Digital
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