Volvo tiene su proyecto de conducción autónoma en una fase avanzada que permite al camión desenvolverse por si mismo en entornos controlados.
Un camión inteligente capaz de gobernarse por sí mismo en casi todas las circunstancias. Se llama FMX y es el protagonista de la iniciativa de Volvo Trucks, compañía independiente de Volvo automóviles con la que solo comparte el nombre.
La hoja de ruta del proyecto tiene como horizonte el año 2030 y se implantará por fases en los camiones de serie, contempla un escenario en el que tanto estos como los demás vehículos se comunicarán entre ellos con el Internet de las cosas. La conectividad permitirá reducir drásticamente el número de accidentes porque los vehículos avisarán a los que les siguen en caso de peligro para que tengan más tiempo de reacción y eviten el accidente. Pero lo mejor es que Volvo Trucks lleva ya años probando esta tecnología en todo tipo de situaciones con el sistema Platooning que, además de prevenir accidentes, ofrece más ventajas como la reducción de consumos y emisiones.
La primera fase del proyecto de Volvo Trucks, según Hayder Wokil, su director de calidad, es el nivel 1 o conducción sin pies, ya disponible en muchos coches actuales. Hace referencia a los controles de crucero que permiten elegir la velocidad, mantenerla e incluso, en las últimas versiones, detectar si hay otro delante para reducirla y mantener la distancia de seguridad. De esta manera puede seguir y adaptar su ritmo al del vehículo precedente.
El nivel 2 o conducción sin manos define el primer gran cambio: pasa de sistemas de asistencia al conductor a sistemas autónomos de conducción. Mercedes y BMW lo ofrecen ya en modelos como losClase E y Serie 7, y son capaces de dirigir el vehículo en determinadas condiciones, pero el conductor debe estar preparado para tomar el control de inmediato o confirmar al vehículo que se mantiene alerta.
El nivel 3 o sin ojos define una conducción autónoma en situaciones controladas en las que el chófer solo debe supervisar lo que hace el vehículo, pero puede hacer otras tareas. El gran reto de esta fase es que el ser humano no es buen supervisor, según muchos estudios tiende a distraerse con facilidad y su tiempo medio de respuesta es de cinco segundos.
En el nivel 4 o sin cabeza, el conductor no tiene que supervisar nada:el vehículo es plenamente autónomo, aunque en un escenario controlado. Es el nivel al que ha llegado ya Volvo con el camión FMX. En un entorno cerrado, como la mina donde se hacen los ensayos, el vehículo realiza su actividad sin nadie al volante y el conductor toma el control al salir del recinto. Se podría implantar a corto plazo, en unos cinco años, en canteras, minas, puertos, etcétera.
En el nivel 5 o sin conductor, el camión no tiene puesto de conducción: no se contempla que haga falta nadie para gobernarlo. Es la etapa más lejana, por la dificultad de los sistemas plenamente autónomos para interactuar con otros conductores humanos. Solo se podría aplicar en casos muy específicos.
Fuente: El País
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