EL EX JEFE DE FRANCISCO LÓPEZ VALDÉS EN LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
Juan José Alba es profesor titular del departamento de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Zaragoza. Él mejor que nadie conoce a la directora de la DGT, María Seguí y a su marido, Francisco López Valdés. Tras 20 años trabajando en el proyecto profesional más importante de su vida: la creación de su propio laboratorio, la institución decide despedirlo. ¿Cuál fue el motivo? “Informar de la relación Seguí-Valdés-CNAE en un proyecto que financió la Confederación Nacional de Autoescuelas”.
Actualmente continúa como profesor en la Universidad, “con menos gente y pocos ordenadores. Sin mi laboratorio. Pero en la vida tienes que tomar decisiones complicadas y yo la volvería a tomar sin duda”, cuenta a este medio. Alba vivió un verdadero calvario desde que contrató al marido de la directora de la DGT en su equipo. Gracias a una grabaciones publicadas en exclusiva por OKDIARIO, la DGT investiga en estos momentos la relación de su propia institución con el presidente de CNAE, José Miguel Báez.
Este miércoles el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció el cese de la subdirectora de Seguridad Vial de la DGT,Marta Carrera, tras aparecer en las grabaciones donde se puede escuchar el posible amaño de Tráfico a CNAE.
P.- ¿Le pidió María Seguí que contratara a su marido?
R.- Seguí me lo sugiere antes de ser directora de la Dirección General de Tráfico (DGT). Me dice que había un investigador muy bueno que había estado en su equipo (cuando estudió un master y un doctorado en Ciencias en Política Sanitaria por la Universidad de Harvard) y se podía intentar pedir una beca de la Unión Europea (UE) para adaptarlo a mi laboratorio. Me dijo que podríamos iniciar actividades en la biomecánica de impacto que era algo que de momento no trabajamos y él conocía.
“Valdés nos hizo perder dinero”
P.- Es decir, ampliar su actividad en el laboratorio
R.- Sí. Reconozco que al principio me pareció bien la idea. Pero claro, no me dijo que era su novio. Me enteré a los tres días de que nos notificase la UE que se podía formalizar ya el contrato de López Valdés.
P.- ¿Cómo se lo dice?
R.- Seguí me cita en su despacho ya como directora de la DGT y es cuando me dice que se iban a casar. Me quedé ‘a cuadros’ y entonces pensé que podría ser una dificultad, sobre todo, en mis relaciones con Tráfico. Estando su marido en mi equipo, la cosa podría ser más compleja.
P.- ¿Cómo fue trabajar con López Valdés?
R.- Al principio fue bien. Era una persona que no había gestionado proyectos de investigación y, quizá, me equivoqué al darle demasiadas responsabilidades porque empecé a ver que su trabajo no era bueno. Gestionar responsabilidades no lo llevaba bien y eso nos provocó muchos gastos económicos. Pensaba que eran cosas que podían tener arreglo. Pero quiso ir por libre y empezó a ser incontrolable.
P.- ¿Os hizo perder dinero?
R.- Sí, pero por mala gestión. Tengo anécdotas como, por ejemplo, que nos llamaban los proveedores para decirnos que estábamos comprando mal por el tipo de material que comprábamos, las cantidades… Nos decían que podríamos mirar otras marcas y modelos más económicos. Si un proveedor te dice eso, no queda bien tampoco. (Valdés) No calculaba bien los gastos ni los costes de nuestro trabajo. Era el problema que tenía y esto se va traduciendo en que vamos perdiendo dinero.
“Voy a ir igual porque lo paga CNAE”
P.- ¿Lo del viaje a Cancún fue la gota que colmó el vaso?
R.- Sí. Cuando llegó el proyecto de CNAE no me alertó mucho al comienzo, aunque sí que pensé si sería por la relación Valdés-Seguí. Con el paso del tiempo se van sumando cosas y veo que había sido un error total. Me di cuenta, perfectamente, que este proyecto no ha llegado por lo buenos que éramos sino por ser el marido de quién era. Y eso se lo dije a él (Valdés). Cuando anunció el viaje a Cancún me desbordé y dije que no lo veía bien. Dije que había que pararlo y fue cuando me retiré de este proyecto. Si CNAE quería desarrollar esos simuladores me parecía correcto, pero yo no lo veía bien. Además, me pareció imprudente aceptar que le pagaran ese viaje aunque costara 20 euros. No es una cuestión de dinero, sino que no quedaba bien hacer eso.
P.- ¿Le pagó CNAE el billete a López Valdés?
R.- Fue él quien dijo que le pagaba todo CNAE. Yo no tenía pruebas porque no fui pero a mí me dijo: “no, yo voy a ir igual porque lo paga CNAE”.
P.- ¿Por qué decide despedir a López Valdés?
R.- Reconozco que lo de Cancún fue la guinda. Había ido informando a la Universidad de todas estas cosas y ya fui a informar que le iba a despedir. Fue entonces cuando la Universidad me plantea que el que tiene que dirigir el laboratorio es Valdés o la propia institución pero que yo no podía.
“Cambiaron la cerradura del laboratorio”
P.- Es decir, que planteó echar a Valdés y al que le echaron fue a usted…
R.- Sí. Me estaban diciendo constantemente que tenía que entregar la dirección del laboratorio que había montado y se lo tenía que entregar al Instituto de Investigación e Ingeniería de Aragón o sino a López Valdés. Me lo llegan a decir hasta por escrito. Me sentí tan amenazado que decidí marcharme. Mi sorpresa fue que, a los dos o tres días, llegué al laboratorio y me dicen que habían recibido instrucciones para cambiar las cerraduras.
P.- ¿Pudo entrar?
R.- Un trabajador mío me dijo que le habían dado instrucciones con conocimiento del Rectorado para cambiar las cerraduras. No pregunté. Una persona que es capaz de dar esa orden, dice muy poco de la catadura moral de la persona.
P.- ¿Y qué hizo?
R.- Mantenía mi plaza de profesor pero ese laboratorio era el resultado de 20 años de mi trabajo. Lo monté con mis recursos económicos, con el dinero de proyectos que yo había captado con mis ideas, mis contactos con el Gobierno de Aragón… y de repente ves que unos señores que no saben lo que ha costado te lo arrebatan de un plumazo.
P.- ¿Por qué cree que la universidad se posicionó al lado de López Valdés?
R.- Esa pregunta me la hago yo mismo. Es algo que nadie lo puede entender. ¿Por qué había que blindarle? No lo sé.
P.- ¿Intentó comprar tu silencio María Seguí?
Yo me sentí así. Detectamos unos errores que podían ser problemáticos profesionalmente. En el accidente de circulación de una persona muy conocida y fue entonces cuando (Seguí) me dijo que, ya que era tan bueno, que fuera a dar clase a la Guardia Civil. Pero también me dijo que lo deberíamos de guardar en silencio. En esos momentos le dije que aceptaba el ofrecimiento pero gratis porque lo importante es que se corrigiera todo. Pero cuando me exigió callarme me sentí mal. Te sientes mal porque yo tenía una relación muy buena. Eso no se le hace a una persona en la que confías. Sentí que estaba intentando comprar mi silencio. (Información completa)
Fuente: OK Diario
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