Parecía que el Gobierno había comenzado a tener en consideración a los conductores, y en general al sector del automóvil, en los últimos meses del año recién terminado. La puesta en marcha del Plan PIVE en el mes de octubre y la posibilidad de aumentar la velocidad en las autopistas de peaje hasta 140 km/h, eran algunos argumentos que permitían ver con algo de optimismo el futuro. Además, la DGT acaba de hacer públicas las estadísticas de la siniestralidad en las carreteras y las cifras han sido bastante buenas, con una reducción de 180 personas en el número de víctimas mortales, lo que supone una rebaja del 12% con respecto al año anterior. (Leer más)
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