La reducción de los límites de velocidad que está planteando la Dirección
General de Tráfico golpea de lleno al negocio del autobús. Las patronales más
representativas del sector (Fenebús, Asintra y Anetra) han mostrado su rechazó
frontal a esta medida (de momento es sólo un proyecto de Real Decreto), porque
encarece notablemente los servicios de transporte escolar y de líneas regulares
y, a cambio, no supone un plus de seguridad en el negocio.
La modificación supondría para los autocares una reducción de la velocidad
desde 50 kilómetros por hora a 30 kilómetros por hora en todo tipo de
travesías y calles o carreteras urbanas y pasar de 70 kilómetros por hora a
50 kilómetros por hora en el resto de carreteras que no sean autovías,
autopistas, convencionales o de alta capacidad. Al mismo tiempo, en las vías
convencionales o de alta capacidad se pasa de los 90 kilómetros por hora a los
80 kilómetros por hora.
Además, el borrador de la Dirección General de Tráfico (DGT) no incluye un
incremento de velocidad para los autobuses en las autovías y las autopistas de
100 kilómetros por hora a 110 o 120, como ha reclamado repetidamente el sector y
como ya se aplica en muchos países europeos. Sin embargo, sí
que aumentará el límite de velocidad para los turismos hasta los 130 kilómetros
por hora. Para las líneas regulares de largo recorrido aumentar el límite de
velocidad hasta 110 kilómetros por hora supone incrementar la rentabilidad del
negocio en un 10%. (Leer más)
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