Parece ser que ya no se lleva lo de robar llantas, catalizadores o faros LED para cultivar marihuana. Ahora los ladrones han puesto sus ojos en los coches más limpios que encontramos en nuestras calles. En Estados Unidos se está viviendo una creciente oleada de robos de baterías a coches híbridos, principalmente al que es el híbrido por antonomasia, el Toyota Prius.
En San Francisco es donde se están concentrando los robos de estas baterías del sistema híbrido, presumiblemente por una banda organizada y capacitada para llevarse su botín con rapidez. Muchos propietarios se llevan una sorpresa al ver que han entrado a su coche rompiendo una ventanilla y que se han llevado una de las partes más caras del mismo, la batería, que pesan unos 70 kilos aproximadamente. Unos 20 minutos pueden ser suficientes para escapar con la batería.
Un mecánico de un servicio oficial de Toyota comentó al respecto que no es difícil desmontar la batería de estos coches si sabe como proceder, aunque los cacos utilizan métodos poco ortodoxos. Las prisas les llevan a cortar los cables de corriente de la batería, algo que puede resultar peligroso debido al alto voltaje. Los daños que los ladrones causan en los coches, incluyendo el propio coste de la batería, pueden alcanzar los 9.000 euros, cuando luego es fácil encontrar baterías usadas de Toyota Prius en venta por alrededor de 1.000 euros.
Rastrear las baterías en el mercado de segunda es realmente complicado, puesto que no llevan un número de registro específico. Se recomienda ser cautelosos al comprar estas baterías, ya que se desconoce cuantos kilómetros acumulan y su estado en la mayoría de ocasiones. Una de las soluciones para evitar el robo de las baterías es sustituir los pernos que la sujetan al chasis por unos antirrobo. Dificultará mucho la extracción y los ladrones optarán por otro coche, aunque los destrozos que pueden llegar a causar para acceder a la batería con rapidez pueden llegar a ser considerables. (Información)
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