Erne denuncia que un agente de Tráfico ha recibido una sanción en su domicilio por la infracción, ocurrida cuando perseguía a un conductor temerario en Rontegi
'El mundo al revés' podría titularse este artículo. Un agente de la Unidad de Tráfico de Bizkaia, de los que se dedican a vigilar las carreteras y denunciar a los conductores que se saltan las normas, ha recibido en su domicilio una multa por exceso de velocidad mientras conducía un vehículo camuflado dotado con un radar laser. Según el informe realizado por el ertzaina, el pasado 4 de agosto él y su compañero de patrulla, que vestían uniforme y ocupaban un coche sin distintivos, observaron ya desde el espejo retrovisor a un 'Renault Clío' que circulaba haciendo eses y de forma temeraria por la carretera N-637, en el acceso al puente de Rontegi, dirección hacia Getxo, cuando saltó el cinemómetro.
Según relata el agente en su informe, la conducta del automovilista al que perseguían era de «desprecio a toda norma vial, adelantando a izquierda y derecha sin hacer uso de los intermitentes, sin respetar la distancia de seguridad, frenando de forma brusca al aproximarse a las cabinas de radar, todo ello con circulación densa y lloviznando».
La ley permite a los policías –también a las ambulancias y los Bomberos– no respetar normas o señales, siempre y cuando no se ponga en riesgo a terceros, cuando acuden a cubrir una emergencia. Se les considera entonces «vehículos prioritarios». Nadie se imagina a un coche patrulla de la Ertzaintza circulando a 80 por hora por la A-8 cuando se dirige, con las sirenas puestas, a un accidente en el que puede haber personas heridas. Ni a una ambulancia esperando a un semáforo si lleva a un paciente en estado grave al hospital.
Cuando el agente aludido recibió la denuncia en su domicilio particular no daba crédito. Comentó el caso a sus superiores, la jefatura de la Unidad, que le indicaron los pasos a seguir para que la sanción quedara anulada. Sin embargo, según denuncia el sindicato Erne, el procedimiento ha continuado adelante, hasta el punto de que el ertzaina se encuentra en la tesitura de tener que pagar la multa, 100 euros, o recurrirla. La central culpa del desaguisado a la dirección de la Ertzaintza, que «parece que quiere destruir y anular las capacidades que la propia ley atribuye a la Policía». «¿O es que sólo sirve cuando hay que cobrar al ciudadano? En esos casos sí creen que la palabra del agente de la autoridad es ley», protesta José Luis Moreno, portavoz de la central mayoritaria en la Ertzaintza. «Nos parece una barbaridad, una involución en el trabajo del colectivo, por lo que pedimos a la consejera el cese inmediato del director de la Ertzaintza». «Si no creen al agente, que le expedienten, así al menos tendrá la oportunidad de defenderse», señala.
200 euros y 4 puntos
No es el único caso. Un ertzaina de la comisaría de Vitoria también ha sido multado con 200 euros y retirada de cuatro puntos del carné por realizar un giro prohibido para evitar quedar «bloqueado» en un atasco tras recibir aviso de que se había producido un robo en un centro comercial. La supuesta infracción se produjo el pasado 26 de septiembre, sobre la una y veinte de la tarde, en el cruce entre Portal de Gamarra y Villarreal. Según el patrullero, que aporta en el recurso el registro de la incidencia, eran la única patrulla operativa para todo Vitoria, por lo que le advirtieron al agente de la Policía Municipal que regulaba el tráfico que iban a realizar esa maniobra por si se les requería para alguna actuación. Precisamente, en ese momento saltó por la emisora una incidencia: los responsables de seguridad de un comercio tenían retenida a una mujer que había robado algún producto en la tienda. La base mandó a la patrulla a resolver la incidencia, por lo que, «sin ningún riesgo para nadie», los ertzainas giraron hacia la calle Burgos.
«El cien por cien del colectivo habría hecho lo mismo que estos dos agentes, que creen en su trabajo, porque en caso contrario estarían incumpliendo una orden o desoyendo la obligación de perseguir una infracción cuando la vean», defienden desde Erne.
El Departamento de Seguridad, sin valorar estos dos supuestos en concreto, advierte que «pudiera darse el caso de que los agentes involucrados no hubieran notificado debidamente el estado operativo en que se encontraban en el momento de intervenir, por lo que la emergencia no habría quedado registrada como tal en el centro coordinador». En este caso, dice Seguridad, «la responsabilidad sería de los propios agentes, que cuando no actúan en situaciones de emergencia están obligados a cumplir las normas de circulación igual que el resto de la ciudadanía».
Fuente: Diario Vasco
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