Los fabricantes automovilísticos han trazado ya el camino que seguirán en el futuro. La conducción autónoma y los coches eléctricos se antojan como un tándem casi inseparable en los años venideros sobre el que girarán los progresos de todas las marcas a fin de hacer la circulación más sencilla y segura, a la par que se apuesta por cuidar un medioambiente cada vez más deteriorado por los excelsos niveles de contaminación.
A medida que los fabricantes de automóviles y participantes en tecnología luchan por desarrollar vehículos autónomos, Lidar se ha convertido en una tecnología muy codiciada. De hecho, es el origen del pleito que enfrenta a Waymo contra Uber, pues la filial de coches autónomos de Alphabet considera que le han robado tecnología de sus coches autodirigidos. La conducción robotizada se basa en el 'desconocido' sistema Lidar, pero ¿qué es y para qué sirve? Sus aportaciones son múltiples y muy variadas. Las naves espaciales, por ejemplo, la usan para medir las distancias; los agricultores la utilizan para determinar qué campos necesitan fertilizantes; los arqueólogos la usan para los mapas topográficos; y los coches autónomos utilizan la tecnología Lidar para circular.
Lidar consiste en un sistema similar a un radar que usa láseres en lugar de ondas de radio para construir una imagen tridimensional del paisaje circundante. Debido a que los sistemas de navegación por satélite sólo son precisos a menos de cinco metros y se pueden confundir fácilmente ante edificios de gran altura y de vidrio, los vehículos autónomos requieren de una serie de sensores adicionales para posicionarse con precisión y percibir peatones, vehículos y otros objetos.
Más concretamente, se trata de láseres rotativos apilados que 'disparan' a diferentes ángulos para recabar información. Cada capa se denomina canal, y está compuesta de dos rayos láser. La señal de cada canal crea una línea de contorno y, juntas, esas líneas generan una imagen tridimensional del entorno circundante. Esto significa que, cuanto más láseres haya en cada pila, mayor será la resolución. Velodyne Lidar, por ejemplo, fabrica productos con 16, 32 y 64 canales láser.
El precio, su gran losa
Esta es una destaca empresa en este ámbito, quien destaca que para dejar a los conductores completa y permanentemente fuera de la ecuación, la tecnología es esencial. La compañía con sede en Morgan Hill, California, cuenta entre sus clientes a Tesla, Uber, Google (Waymo) y marcas tales como Ford y Volkswagen. Estas compañías utilizan Lidar para investigación y desarrollo de mapas.
No obstante, los modelos que comercializa Tesla en la actualidad no utilizan Lidar, sino que despliega una combinación de cámaras de imagen, radares sonar y clásico para su sistema Autopilot, que permite una conducción limitada y autónoma.
Un hecho que denota el gran avance que proporciona el sistema Lidar, pero se enfrenta a un serio obstáculo que en la actualidad ralentiza su propagación en la industria automovilística, el precio. Cabe recordar que una unidad de 64 canales de Velodyne puede costar, por ejemplo, más de 47.000 euros, mientras que la de 16 canales se vende por 7.550 euros. Y puesto que los coches pueden requerir varias unidades, el coste se vuelve prohibitivo. Velodyne y otros competidores, como Quanergy Systems están trabajando para reducir el precio, lo cual será su clave para triunfar.
Fuente: El Economista
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