El incremento de los accidentes de tráfico provocó un aumento del 23,4% en las llamadas a la grúa durante el año pasado, en un contexto en el que la asistencia en carretera creció debido a los problemas mecánicos de los vehículos, muchos de ellos debido a la falta de mantenimiento del coche y a piezas con exceso de desgaste que pueden ser detectadas en una revisión periódica.
Así se recoge en el último 'Barómetro de averías en carretera' elaborado por el Real Automóvil Club de España (RACE), hecho público este jueves y que recoge datos de las 824.000 asistencias realizadas por esta entidad entre enero y diciembre del año pasado, lo que supone un 16% más respecto a 2015.
El año pasado hubo 1.038 accidentes mortales en las carreteras españolas (15 más que en 2015), en los que fallecieron 1.160 personas (29 más) y otras 5.067 resultaron heridas y necesitaron ser hospitalizadas (209 más), lo que supuso el fin de 12 años de descenso continuado de la mortalidad vial, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El estudio del RACE señala que, por tipo de avería, el primer motivo para solicitar la ayuda en carretera fue por un problema con la batería (165.300 asistencias), seguido de problemas en los neumáticos (78.900), los accidentes de tráfico (48.242), las averías en el motor (44.948) y las de la bomba o inyección de diésel (43.100).
En comparación con 2015, aumentaron especialmente las llamadas a la grúa por problemas con la bomba o la inyección de diésel (un 70,8% más) o por haber estado implicado en algún accidente de tráfico (+23,4%). El RACE calificó de "preocupante" este último incremento.
De las más de 140 causas registradas por el RACE como causa de una avería en el vehículo, incluyendo los casi 6.000 errores en el repostaje o los 870 descuidos con las llaves del vehículo, hay 10 categorías generales en los que se agrupan los fallos mecánicos, entre los que destacan los problemas directamente relacionados con el motor.
Como el RACE viene alertando en los últimos meses, la falta de mantenimiento es un problema que puede derivar en una avería mecánica o, en el peor de los casos, en un accidente de tráfico. Los fallos que afectaron al motor aumentaron un 14,6%, los del disco de embrague un 45,8% y la correa del alternador un 32%, circunstancias que podrían ser detectables en las revisiones periódicas que marca el fabricante para un correcto funcionamiento del vehículo.
"Una revisión de los elementos de desgaste, con visitas programas al taller, reduce el riesgo de avería mecánica en el vehículo, sobre todo ante grandes desplazamientos, en los que se somete al vehículo a un mayor esfuerzo. Además, el mantenimiento periódica mejora la eficiencia del vehículo y reduce los consumos y las emisiones, alargando la vida del coche", concluyó el RACE.
Fuente: EcoDiario
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