La escasez de funcionarios, agravada por un protocolo que les reduce los exámenes diarios, ha provocado una lista de espera de 25.000 alumnos, lo que provoca una merma económica en los centros
Las autoescuelas de Madrid están de nuevo enfrentadas contra la Dirección General de Tráfico (DGT). Tanto la Asociación de Pequeños Empresarios de Autoescuelas (Apeam) como la Asociación Provincial de Autoescuelas de Madrid (Apamad) denuncian que la falta de examinadores está provocando enormes retrasos para los aspirantes a sacarse el carné de conducir. Y no son pocas, ya que si en España hay aproximadamente 6.500 autoescuelas, en la Comunidad de Madrid existen unas 1.050. Estas más de 1.000 autoescuelas dan trabajo a unas 4.500 personas. Antes eran más, pero la crisis ha golpeado duramente al sector. Por poner un ejemplo, según los cálculos de la Apamad, de las 10.000 personas de media que se examinaban cada mes de la parte teórica en 2008 se pasó a alrededor de 5.000 al cierre de 2013. Asimismo, el número de aspirantes a la prueba práctica ha descendido de 16.000 mensuales a 8.000. "La crisis ha reducido el número de alumnos de forma progresiva. Aproximadamente en un 40 por ciento en los últimos cuatro años", explica Ricardo Cano, presidente de Apamad, quien también nos cuenta que, por culpa de la recesión, aproximadamente un 10 por ciento de autoescuelas han tenido que echar el cierre. "Y se ha producido otro factor al transformarse algunas empresas en autoescuela de autoempleo, pues el profesor de Formación Vial al no encontrar trabajo ha creado su propia autoescuela".
Granada, A Coruña y Badajoz tienen los precios medios más económicos para obtener el permiso de circulación de las 30 ciudades encuestadas por la asociación de consumidores Facua-Consumidores en Acción (286 autoescuelas encuestadas). Los más caros están en Murcia, Lleida y Bilbao. Comparando 30 ciudades españolas, el coste medio para sacarse el carné de conducir B -el de coche- es de 692,33 euros; eso si aprobamos el teórico y el práctico a la primera y damos 20 clases prácticas. Cano señalaba que en las autoescuelas madrileñas está en torno a 700 euros, por debajo de la media nacional. Y el estudio de Facua-Consumidores en acción lo confirma: cifra en 664,67 euros de media obtener la L de prácticas en la Comunidad de Madrid y la media nacional en 692 euros.
Alumnos cansados de esperar
Aunque el número de madrileños que se saca el carnet de conducir varía bastante entre centros, de acuerdo con las estadísticas de la DGT, la media de alumnos por autoescuela no llega a 50 alumnos/año. Y podrían ser cada vez menos ya que, como denuncia Cano, el retraso en la fijación de la fecha de exámenes de conducir supone una lista de espera de casi 25.000 alumnos. "El retraso en las citaciones para realizar la prueba de examen provoca que nuestros alumnos no continúen su formación o la interrumpan al no poder prever su fecha de examen. Por lo tanto, nuestra actividad se ve interrumpida, afectando gravemente a nuestra economía, y sobre todo deteriora la formación perjudicando gravemente a nuestros alumnos".
El problema con la DGT es "la falta de funcionarios, agravada en estos cuatro últimos años al no poder contratar nuevos funcionarios, además de no cubrirse las bajas por jubilación o cambios de destino. Para hacerse una idea: en el año 2012 la Jefatura Provincial de Tráfico de Madrid tenía en plantilla 103 examinadores, y hoy aproximadamente 72". A la falta de funcionarios se añade otro problema: "En enero de 2013, la DGT aplica el llamado protocolo de calidad, disminuyendo la carga de trabajo en su jornada diaria al funcionario-examinador, que pasa de realizar 16 pruebas a 13. Eso supone una pérdida de pruebas diarias aproximadamente de 200 alumnos. El citado protocolo tiene como finalidad mejorar la calidad en los exámenes. Nada que alegar, pero sí reprochar que no se haya previsto un mayor número de examinadores para garantizar el servicio en el centro de exámenes" apunta.
Aún así, Cano cree que el problema se solucionará y avanza los retos del sector: "Tenemos retos muy importantes en beneficio de una mejor formación de nuestros alumnos. Para ello, es necesario que se implique la Administración, estableciendo una formación, tanto teórica como práctica regulada, adaptar y permitir la utilización de vehículos con nuevas tecnologías que ayudan en la conducción, pedir una convocatoria abierta para optar a funcionario-examinador, en la que puedan participar los profesores de Formación Vial. También se debería establecer un reciclaje de actualización y nuevas tecnologías al renovar la vigencia de nuestros permisos de conducir", concluye Cano.
Fuente: El Economista
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