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miércoles, 2 de julio de 2014

De Euskadi a Granada para sacarse el carné

- Jóvenes vascos bajan al sur para aprender a conducir en un mes y disfrutar del verano por 1.300 euros


- Un grupo de estudiantes de la UPV/EHU y promotores de South&Roll lanzaron la iniciativa, que cumple su segundo año



Matar dos pájaros de un tiro. Esto es lo que buscan todos aquellos que se unen a South&Roll, un proyecto nacido en San Sebastián. Por segundo año consecutivo, un grupo de jóvenes vascos viajaron hace una semana a Granada con la intención de pasar un mes que esperan sea inolvidable y volver con la 'L' a sus espaldas.

Todo arrancó cuando un compañero de Taig MacCarthy, Imanol López y Jennifer Besga -estudiantes de la UPV e integrantes de South&Roll-, se sacó el permiso de conducir en los alrededores del Albayzín. «Mandamos al más despistado y consiguió el carné en 25 días. Si él podía, ¿por qué no el resto?», bromean los jóvenes. Por 1.300 euros uno tiene el carné de conducir, la estancia y el viaje de ida y vuelta. «Allí la autoescuela te cuesta la mitad que aquí, y aunque lo primordial sea aprobar tanto el examen teórico como el práctico, no nos olvidamos de aprovechar el tiempo, de disfrutar. Por ahora nadie se ha arrepentido de ir».
Datos

Precio. 1.300 euros que incluyen el carné de conducir (clases teóricas, prácticas y exámenes hasta tres convocatorias), viaje de ida y vuelta y estancia.

Web: southandroll.com

Aunque los alumnos reciban clases teóricas y prácticas en Granada, antes de llegar al sur los profesores de la autoescuela ya les tienen 'fichados'. Existen dos plataformas online -una de test y otra de clases virtuales- de las que los estudiantes pueden -y deben- beneficiarse antes de emprender su viaje. De esta manera, van aprendiendo un poco de teoría y los profesores saben de antemano en qué situación se encuentra cada uno. Además, Taig insiste en que «las clases teóricas y prácticas se hacen a la vez. Todo se coordina dependiendo de la hora en la que has sido citado por tu profesor de prácticas, pero siempre combinando teoría y práctica». Como es normal, aquí también se puede suspender. Todos tienen la opción de presentarse a cada examen tres veces.

Puntos de vista

La iniciativa no ha sido vista de la misma manera por todos, pero es algo que sus promotores ya esperaban. «Hay que tener en cuenta que nosotros no entramos en competencia con ninguna autoescuela, ofrecemos un servicio que ellas no ofrecen: el desplazamiento a Granada», argumenta Taig.
Imanol recuerda una llamada de teléfono que recibió hace un tiempo: «Me llamó el responsable de alguna autoescuela de por aquí diciéndome que nosotros asegurábamos el carné y además lo hacíamos mediante procedimientos no legales. Esto no es verdad ya que todo lo hacemos legalmente. Después, la conversación dio un vuelco muy extraño y acabó preguntándome si queríamos colaborar con ellos aquí en Donostia».

Todo lo contrario ocurrió en Granada, donde la mayoría de las autoescuelas recibieron el proyecto con entusiasmo y ahora no dudan en ofrecerse como posibles colaboradores en un futuro.

Estos jóvenes emprendedores también han recibido ofertas de otras comunidades como Madrid, pero están convencidos de que «Granada es el lugar perfecto». «Nosotros lo que buscamos con South&Roll es la experiencia de estar allí, de coger un poco de color y asegurarnos buen tiempo. Estamos enamorados de Granada, suele causar una huella en la gente que va», afirman.

South&Roll no recibe ningún tipo de ayuda económica. «Tenemos presupuesto cero, pero infinita creatividad», afirma Taig. Utilizan diferentes medios para darse a conocer: redes sociales, su página web, la ayuda de la UPV o charlas en diferentes colegios. Pero esto no es todo, el boca a boca les ha sido de gran ayuda a estos chavales.

Maiara Marth es una de las chicas que se movió al sur para obtener la licencia de conducir y pasar unos días inigualables. Una de sus amigas participó el año pasado en este proyecto, y Maiara tuvo la oportunidad de ir a visitarla. «Me lo pasé genial y me encantó Granada. Un mes para pasármelo bien y a la vez sacarme el carné, es perfecto», dice.

De los 17 aspirantes a conductores que se matricularon el verano pasado, catorce salieron victoriosos. Y a todos aquellos que viajen con South&Roll les esperaba una urbanización con piscina o un 'carmen' como dirían en Granada. «Cada casita se llama como un árbol frutal: está el granado, el limonero, el peral... es muy divertido».

«Quien no corre vuela -comentan entre risas-. El año pasado ya salieron varias parejitas del viaje. Se hace muy buena amistad con la gente, no solo con los compañeros, sino con los profesores de la autoescuela. Después da mucha pena despedirse...» (Información)

/www.diariovasco.com

1 comentario:

Esteban dijo...

«Allí la autoescuela te cuesta la mitad que aquí, y aunque lo primordial sea aprobar tanto el examen teórico como el práctico, no nos olvidamos de aprovechar el tiempo, de disfrutar. Por ahora nadie se ha arrepentido de ir».

Pensé por un momento (¡ay infelice!) que después de "aprovechar", penúltima palabra de su línea, leería: para aprender a conducir, o algo semejante. ¡Qué iluso!

Esta es la principal raíz de los males del tráfico y mientras no se encuentre el modo de inducirle una mutación todos los esfuerzos serán en vano, a lo sumo, sólo servirán para recaudar dinero.
Un saludo.