En los últimos años los conductores españoles han modificado algunos de sus hábitos con el fin de ahorrar en detrimento de la seguridad como reducir coberturas del seguro de coche o no revisar el vehículo cuando es necesario.
Aunque los intentos del Gobierno por impulsar el sector del automóvil, como el Plan PIVE, han generado algunos “brotes verdes”, a día de hoy, el conductor medio se ha visto obligado a reducir partidas que afectan a la seguridad de su vehículo y a la circulación del mismo en las carreteras, con el objetivo de poder hacer frente al gasto que supone mantenerlo.
Según una encuesta elaborada por RACE, el 17,6% de los conductores reconoce que ha tenido que prescindir de algunas coberturas de su seguro de coche seguro de coche. Además, un 19,7% ha aplazado su decisión de cambiar los neumáticos y un 21,7% ha recortado el presupuesto destinado al mantenimiento mecánico.
Entre el colectivo que ha vivido con más dureza el impacto de la recesión económica, “las partidas de gasto se han reducido al máximo, con el riesgo que ello supone”, se advierte en el informe. De hecho, un 95,5% de los conductores ha reducido las visitas al taller a pesar de que existían elementos de su vehículo que debían ser reparados.
La crisis también pesa sobre el consumidor a la hora de renovar su automóvil. Tal y como se desprende del informe de RACE, seis millones de conductores –el 28% de los que tiene intención de cambiar de coche– no pueden hacerlo por problemas económicos. “Por el contrario, la crisis nos ha dejado una parte positiva: tener que reducir el consumo por el ahorro nos ha enseñado a conducir de forma más eficiente y ecológica”, señala el estudio. Así, un 95% de los participantes en la encuesta reconoce que “mantiene una velocidad uniforme en autopista o en autovía”, seguido por un 83% que opta por conducir con marchas largas.
Observatorio Español de Conductores
Estas conclusiones forman parte del primer informe de DUCIT, el Observatorio Español de Conductores que RACE puso en marcha recientemente y que tiene como objetivo “servir de altavoz para que las instituciones conozcan las opiniones de millones de personas que cada día conducen y se desplazan en sus vehículos”. En concreto, se han realizado más de 3.300 encuestas que, en su conjunto, constituyen una muestra representativa de los 26 millones de conductores que existen en España.
Junto a la falta de mantenimiento de los coches por el impacto de la crisis, en el estudio se recalca que existe “un amplio margen de mejora” en aspectos relacionados con la seguridad. Precisamente, y para evaluar estas cuestiones, DUCIT ha creado el Índice de Responsabilidad al Volante (IRV) que refleja quelos españoles aprueban en materia de responsabilidad, pero con una baja nota: un 58,8 sobre 100. Según este índice se falla en formación, en la falta de mantenimiento de los vehículos y en las propias infraestructuras viales.
El Observatorio también ha dibujado el nuevo perfil del conductor español que, sobre todo, se caracteriza por intentar capear las turbulencias financieras a escala doméstica. Se muestra a una persona a la que le gusta conducir –de hecho, lo relaciona con “una sensación de libertad”– pero lo hace con malos hábitos: un 11% no respeta los límites de velocidad de manera habitual y otro 7% utiliza el teléfono móvil y sus aplicaciones mientras conduce.
Además, son los jóvenes los que muestran una actitud más agresiva al volante, un comportamiento que se va reduciendo con la edad. No sucede lo mismo con las mujeres quienes, según DUCIT, “reconocen hacerlo de forma más prudente, menos pasional y a menor velocidad”.
Otro dato relevante del estudio es el que describe cómo nos ven los demás en la carretera: la mitad de los encuestados considera que los conductores respetan poco o nada a otros usuarios de la vía. (Información completa)
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