El Ministerio de Medio Ambiente alemán ya tiene en sus manos las dos armas contra el diésel que necesitaba. Una de ellas es el reciente dictamen de la Agencia Medioambiental que determina que unas 10.000 personas mueren anualmente en el país a causa de las partículas de óxido de nitrógenoque desprenden estos motores, relacionadas con varios tipos de cáncer. Y la segunda es el estudio realizado por el Ministerio de Transportes a raíz del escándalo Volkswagen, que ha venido a probar que todos los motores diésel, en carretera y a temperaturas por debajo de los 23 grados, emiten más gases contaminantes de lo permitido.
Son argumentos suficientes para lanzar una nueva ordenanza que será aprobada este mismo año y que estará en vigor a principios de 2017. De acuerdo a la nueva normativa, los grandes núcleos urbanos podrán establecer restricciones de circulación a cualquier vehículo de motor diésel de más de un año de antigüedad, a los que quedará vetada la entrada al centro ciudad.Solo las mecánicas diésel Euro 6 se librarían del veto, lo que supone que afectará a millones de vehículos.
Pegatinas azules
La nueva normativa establecerá zonas medioambientales a las que solamente podrán acceder vehículos con la pegatina azul, de nueva creación. Y solo los coches con menores niveles de emisiones obtendrán esa pegatina de las autoridades municipales, independientemente de si el propietario reside en el centro o no, por lo que 13,4 millones de coches diésel con matrícula alemana quedan excluidos. Apenas medio millón de vehículos ya circulando cumplen con la normativa Euro 6, (80 miligramos de óxido de nitrógeno por kilómetro) y obtendrán la pegatina, mientras que todos los vehículos de gasolina que actualmente portan la pegatina verde de acceso a los centros de ciudad, recibirán automáticamente la azul.
80 euros a quien lo incumpla
Los ayuntamientos de Berlín, Bremen, Dresde, Essen, Frankfurt, Hamburgo, Hannover, Kiel, Köln, Mainz, Mannheim, München, Nürnberg, Stuttgart y Wiesbaden deberán determinar lo que consideran «zonas azules» y los vehículos que se adentren en ellos sin permiso serán castigados con multas instantáneas de unos 80 euros por sanción.
El portavoz del Ministerio de Medio Ambiente, Jochen Flasbarth, considera que medidas de este tipo serán necesarias solamente de forma temporal, hasta que los coches eléctricos tengan el peso suficiente como para disminuir las emisiones contaminantes en los núcleos urbanos o hasta que la tecnología diésel sea lo suficientemente limpia, pero lo que el gobierno alemán persigue es sin duda lanzar los motores eléctricos.
La canciller Merkel se fijó como objetivo en esta legislatura un millón de coches eléctricos circulando en Alemania en 2020 y la nueva normativaimpulsará seguramente muchas compras que sirvan además de acicate al sector. Según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), las matriculaciones de vehículos eléctricos en Europa se situaron en 2015 en 186.170 unidades, un 101% más que un año antes
Fuente: www.abc.es
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