La Dirección General de Tráfico ha iniciado la instalación de nuevas cámaras que permiten detectar la utilización del móvil mientras se conduce y comprobar si los ocupantes de las plazas delanteras llevan el cinturón de seguridad puesto. Ahora, se ha creado polémica cuando la DGT ha advertido que no avisará con antelación la presencia de estas cámaras en la carretera.
La siniestralidad en las carreteras españolas está empezando a aumentar, tras muchos años de descensos continuados, y la DGT debe esforzarse para conseguir reducir nuevamente las cifras. Para ello, lleva años llenando las carreteras de señales de limitación de velocidad y de radares, pero esta política ya no funciona. Y está poniendo en marcha nuevas medidas con las que lograr su importante objetivo. Pero creo que por encima de todo la tarea de reducir la siniestralidad es cuestión de los conductores.
La DGT está poniendo en marcha en las últimas semanas nuevas iniciativas, como la creación de un portal específico para aumentar la seguridad de los motoristas o la instalación de estas nuevas cámaras. Con ellas se buscadetectar y sancionar a los conductores que van usando el móvil mientras conducen y para los que no se ponen el cinturón de seguridad. Dos actitudes que, junto con el incumplimiento de los límites de velocidad, de señales de stop o de adelantar en prohibido, suponen la mayor parte de los siniestros relacionados con el tráfico.
No puedo entender cómo en los tiempos que corren y con la cantidad de información que hay sobre la seguridad que proporciona llevar el cinturón puesto, todavía más del 20% de los fallecidos en un accidente de tráfico no lo utilizan. Y lo del uso del móvil mientras se conduce, que cada día es más frecuente, no hay nadie con dos dedos de frente que no comprenda que mandar un SMS o un WhatsApp o leer un correo electrónico mientras se conduce es una actitud suicida. Y pese a ello, cada día es más frecuente.
Utilizar el móvil mientras se conduce o no llevar el cinturón de seguridad aumenta las posibilidades de fallecer en un accidente, pero los españoles somos tan tontos que seguimos sin hacer caso de ello. Y la única manera de lograr que hagamos caso y nos pongamos el cinturón de seguridad y no usemos el móvil es que nos sancionen unas cuantas veces. Es lamentable, la verdad.
Lo peor es que ahora mucha gente protesta porque la DGT no va a avisar donde están esas cámaras con las que van a detectar esas infracciones. Para estas personas que protestan supongo que lo lógico sería avisar de su presencia. Vamos una señal que diga que a 500 metros hay una cámara y, con ello, seguro que los conductores que no usan el cinturón serían capaces de seguir circulando a la misma velocidad y al mismo tiempo se lo pondrían. Ynada más pasar la cámara volverían a soltarse el cinturón, supongo.
De momento hay tres cámaras instaladas en las proximidades de Madrid y en fase de pruebas. Pero las previsiones que hace la DGT son instalar hasta final de año hasta 270 cámaras de este tipo por toda la geografía nacional.
Las asociaciones de conductores se han mostrado contrarias a esta medida. En concreto, desde Automovilistas Europeos Asociados se señala que esta iniciativa es de dudosa legalidad, puesto que no se advierte a los conductores de la ubicación de las cámaras, como ocurre con los radares y porque “nadie controla si el patrón que se sigue es correcto, y una foto se puede manipular por lo que desde el punto de vista jurídico se puede cuestionar”.
Además, desde AEA se destaca que con esta medida "no se persigue ningún fin pedagógico porque no se para en el acto al conductor, sino que solo se pretende mejorar la productividad sancionadora con una máquina que funciona las 24 horas del día".
Cuando se habla de siniestralidad en las carreteras, muchas veces se centra todo el trabajo en la DGT, en las carreteras o en la señalización, pero es un tema que afecta a toda la sociedad y no solo es responsabilidad de la DGT. Los conductores somos los principales responsables de la siniestralidad y nuestros errores son los que al final suman en las trágicas estadísticas de cada fin de semana. Si todos cumpliéramos con las normas, si respetáramos la distancia de seguridad, la siniestralidad podría bajar en un 90%. La educación vial es la asignatura pendiente de la sociedad española y lo peor es que nadie quiere cambiar esta situación.
Fuente: www.elconfidencial.com
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