Por tierra y aire. Así han perseguido decenas de veces las Fuerzas de
Seguridad de Carballo (A Coruña) al delincuente más buscado. Se llama
Benjamín López Rojo, tiene 23 años y, aunque nunca se ha sacado el carné
de conducir, desde el martes puede presumir de ser oficialmente el español
con más penas por conducción temeraria.
El honor le ha llegado con los pies entre rejas. Japito, como
todos le conocen, ocupa celda en la cárcel de Teixeiro desde el pasado
agosto cuando se presentó en el cuartel de la Guardia Civil con su abogado del
brazo. Se entregó tras una larga negociación, cansado de seis meses de
persecuciones y dando una tregua a los agentes con los que tantas veces jugó al
ratón y el gato.
“Es un pobre diablo, con una casi imperceptible deficiencia psíquica que se
dedica a hacer tonterías con el coche”, minimiza un agente de la localidad. Lo
cierto es que sus fechorías como conductor van un paso más allá: como una suerte
de Ryan Gosling en la película Drive, su habilidad al volante le
ha llevado a hacer carrera como piloto de bandas de atracadores. “Se
conoce las carreteras al dedillo y no le tiembla el pie. Acelera y ya pueden
venir curvas o rectas, que no frena”, reconocen en la Guardia Civil, que le
implica en decenas de robos cometidos en locales de hostelería, naves
industriales y estancos, tanto en la Costa da Morte, como en varios municipios
limítrofes. Los hosteleros de Carballo no quieren ni oír hablar de él: “Cuanto
más lejos, mellor. Es mala hierba”. (Leer más)
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