Un accidente hizo que la furgoneta se interpusiera en la trayectoria del tren Vigo-Irún la tarde del lunes en Salvaterra y se la llevara por delante. El conductor, Juan Carlos Rodríguez, explicó que la plataforma de paso es muy estrecha y una rueda trasera se deslizó hacia la vía. El eje se partió y no fue capaz de mover el vehículo. A pesar de estas circunstancias, no se libra de la imputación de la Guardia Civil por presuntos delitos contra la seguridad vial y conducción bajo los efectos del alcohol.
El accidente no habría sucedido si este vecino de la parroquia de Porto no se hubiera puesto al volante, algo para lo que no se encuentra habilitado. Según ha podido averiguar este periódico, demás de tener el permiso de conducir caducado desde hace años, se lo habían retirado tras dos sentencias judiciales. Uno de los fallos que lo condenaron conllevaba además la obligación de hacer un curso de reeducación vial, que, por otra parte, tampoco realizó.
0,64 en el test de alcoholemia
Además, el vehículo siniestrado carecía de seguro y tampoco había pasado la inspección técnica obligatoria. Para colmo de irregularidades, una hora después del incidente, miembros de la Guardia Civil del destacamento de O Porriño le practicaron una prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0,64, superior al límite penal establecido.
El suceso se produjo sobre las ocho de la tarde del lunes. Según el testimonio del conductor, había salido de su casa en la parroquia de Porto con su furgoneta para ir a recoger abono. Al quedarse atrapado en el paso a nivel, afirma que intentó pedir ayuda y que dejó las luces de la furgoneta encendidas para hacerla visible. (Seguir leyendo)
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