- El automóvil ya no es símbolo de libertad y emancipación
- Las nuevas tecnologías han ganado terreno y transformado su forma de viajar
Isabel, madrileña de 18 años que ahora estudia en Berlín, acaba de sacarse el carné de conducir. “Pero solo por si en el futuro me hiciera falta”, aclara. No tiene intención, “ni ganas”, de comprarse un coche. “¿Para qué? Es una carga mantenerlo. Puedo moverme en transporte público, en bici, compartir o alquilar uno. Siempre hay alguna alternativa. Es un gasto innecesario, prefiero invertir el dinero en otras cosas”, opina. Aunque asegura que no solo es cuestión de dinero. “No me gusta vivir en ciudades atascadas de coches. Contaminan y roban espacio a las personas”, dice.
Los fabricantes de coches están preocupados. Según un estudio publicado hace unos días por la consultora KPMG, basado en una encuesta realizada entre 200 altos cargos del sector en todo el mundo, el 54% de los directivos se manifiestan inquietos porque los menores de 25 años no sienten necesidad de ser dueños de un vehículo. La tendencia es más clara, asegura el informe, en los grandes centros urbanos con buenas redes de transporte público. “La llamada generación del milenio [los nacidos entre los años 1980 y 2000] parece menos interesada en adquirir bienes tradicionales como casas y coches. Prefiere comprar teléfonos móviles, dispositivos tecnológicos y ropa”, explica el documento.
No es la primera vez que salta la alarma en el sector. Ya lo advertía, hace dos años, una detallada investigación realizada en EE UU. “Tras la Segunda Guerra Mundial, el coche se convirtió en un símbolo de madurez, prosperidad y libertad. Para los jóvenes americanos, adquirir un automóvil era considerado como un rito de entrada en la vida adulta. Y para las familias, un vehículo era símbolo de estatus y buena vida. Los tiempos han cambiado, sin embargo. El coche ya no es un símbolo de libertad”, señala el informe. El estudio, realizado por el think tankFrontier Group y la organización US PIRG, aporta cifras que apoyan la tesis. Entre 2001 y 2009 el número de vehículos conducidos por menores de 34 años disminuyó un 23%. En el mismo periodo, ese grupo de población incrementó un 40% sus viajes en transporte público y aumentó un 24% la compra de bicicletas. Y entre 2000 y 2010 la cifra de jóvenes entre 14 y 34 años sin carné de conducir subió del 21% al 26%. (Seguir leyendo)
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