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domingo, 12 de enero de 2014

Nervios de acero en la ambulancia

Un instructor de la Policía Nacional enseña a conducir vehículos de emergencias a 15 voluntarios de Cruz Roja

Juan Gutiérrez lleva 40 años en el Cuerpo Nacional de Policía. Afable en el trato y de ademanes tranquilos, desde el año 1979 pertenece al área de automoción de este cuerpo policial. Su puesto concreto lleva la denominación de 'técnico de seguridad vial' y entre sus tareas tiene la misión de enseñar a conducir a los agentes que ingresan en el Cuerpo. «Aun teniendo ciertos privilegios a la hora de conducir, yo siempre dejo claro que un vehículo de emergencias nunca debe invadir un cruce sin tener la certeza de que el resto de los conductores te han visto».

Esa reflexión, junto a otras muchas que ha aprendido en su larga trayectoria profesional, las ha compartido esta semana con el grupo de voluntarios que conduce las ambulancias de Cruz Roja en la ciudad de Badajoz. El curso de formación se ha realizado estos días y eso explica la gran cantidad de sirenas que se escucharon en el casco urbano de Badajoz.

«Cada alumno ha recibido una parte teórica sobre la normativa de conducción de vehículos de emergencia. Ahí se insiste en la necesidad de respetar el código de circulación para evitar accidentes», recalca Juan Gutiérrez, que no ha dudado en subir a la ambulancia para acompañar a los voluntarios.

Uno de sus alumnos ha sido Francisco García Álvarez. Tiene 30 años y trabaja como operador de Cruz Roja en la sala del 112, desde donde coordina a sus compañeros cuando se precisa que intervengan en alguna emergencia.

Esa es su función habitual, pero siempre que puede participa también como voluntario en el servicio de Socorros y Emergencias que presta Cruz Roja. «Yo, gracias a Dios, no voy con tensión. Suelo circular tranquilo porque sé lo que llevo entre manos, pero sí es cierto que algunos conductores se ponen nerviosos cuando escuchan las sirenas y entorpecen más que ayudan».

Francisco no oculta que a veces desearía llegar más rápido al lugar de la emergencia, pero asume que por encima de todo está la seguridad. «Conmigo vienen tres compañeros y muchas veces también hay un paciente. En esos momentos debes tener claro que puede que no llegues al sitio si no conduces con seguridad» (Seguir leyendo)
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