Solo hay cuatro evaluadores a jornada completa en vez de los ocho asignados
El número de exámenes semanales se reduce de 520 a 300 y hay que esperar
La fórmula es bastante sencilla. Las bajas por jubilación no se cubren. Es decir, examinador de tráfico que se jubila, plaza perdida para el territorio en el que trabaja. Y Gipuzkoa en este sentido ha salido peor parada que la mayoría de provincias del Estado, ya que en apenas seis meses, los que van desde mayo hasta noviembre de 2015, se jubilaron en el territorio histórico tres de los ocho examinadores que estaban asignados y uno de los cinco que queda, explican desde las autoescuelas, no ejerce todas sus horas debido a los permisos sindicales.
“Hemos pasado de tener ocho examinadores a cuatro y medio”, lamenta Josean Bengoetxea, presidente de Gipuzkoako Autoeskolen Elkartea (GAE). Y la situación puede ser aún peor si el Ejecutivo central mantiene la misma política de recortes en Tráfico porque otro de los examinadores de Gipuzkoa se jubilará el próximo mes de septiembre.
La consecuencia directa es la reducción de exámenes que puede realizar a la semana este colectivo de funcionarios públicos y el consecuente retraso en las pruebas de prácticas. En menos de un año, los examinadores de Gipuzkoa han pasado de realizar 520 exámenes prácticos a la semana a menos de 300.
Ya se han creado listas de espera y desde que se presenta la documentación del alumno a Tráfico para concurrir al examen práctico, “ahora mismo hay que esperar del orden de 20 días a un mes, cuando siempre ha sido de una semana o a lo sumo ocho o nueve días en los periodos de más trabajo”, afirma el propio Bengoetxea.
“El problema base aquí es que ahora la Administración no da servicio porque las bajas se quedan desiertas. Este fue, precisamente, uno de los problemas que llevó a la huelga a los examinadores de Tráfico en septiembre y octubre de 2015. Una huelga que retrasó aún más las listas de espera para examinarse en Gipuzkoa y el resto de territorios y que amenaza con volver de cara al verano. Y ya suenan algunos tambores de guerra.
La crisis de examinadores en Gipuzkoa se ha solucionado en parte reforzando puntualmente con la presencia de evaluadores de Bizkaia y Araba durante el mes de febrero y probablemente también en abril, pero no en marzo, ni tampoco en verano, los meses de más trabajo en las autoescuelas, ya que en ese periodo todas las provincias tiene un pico de trabajo.
Según Bengoetxea, las negociaciones con la dirección territorial de Tráfico y la Delegación del Gobierno en Gipuzkoa no han prosperado y, aunque “son conscientes del problema”, parecen tener poco margen de maniobra. Este recorte, además de aumentar las listas de espera, produce un efecto perjudicial sobre los ritmos de preparación de los alumnos y los profesores de autoescuela temen que pueda derivar en un aumento porcentual de suspensos, explica Bengoetxea.
Pero, ¿por qué? Bengoetxea responde. “Las autoescuelas preparamos a nuestros alumnos y cuando están listos para examinarse, una semana antes enviábamos a Tráfico la documentación y se organizaba el examen. Ahora hay que esperar un mes y eso dificulta el aprendizaje. “La formación que hacemos es una cadena que va de ejercicios más sencillos hasta tramos más complicados. Y si no sabes cuándo va a ser la prueba no puedes acompasar esa labor formativa y es más fácil suspender”, explica. En Navarra, por ejemplo, la tasa de aprobados se ha reducido del 47% al 39% en apenas diez años.
“AGRAVIO COMPARATIVO” “Es un recorte puro y duro y además en Gipuzkoa hay un agravio comparativo, porque en Bizkaia hay 16 examinadores para 1.100.000 habitantes, en Araba son cinco para 340.000 y en Gipuzkoa tenemos cuatro y medio para 720.000 y en septiembre serán tres y medio”, lamenta Bengoetxea.
En los exámenes teóricos no se produce ese problema, pero en el práctico el efecto nocivo se acrecienta “si además no superas un examen -explica Bengoetxea-, ya que si antes tenías que esperar una semana para probar otra vez, ahora la espera se puede alargar un mes”, concluye.
OJOS QUE TODO LO VEN
‘La Thatcher’ y ‘Falconetti’. Eran conocidos por los alumnos como La Thatcher y Falconetti, dos examinadores que durante los años 90 sembraban el pánico en las autoescuelas de Gipuzkoa, debido a su fama de duros. Josean Bengoetxea recuerda los comentarios de sus alumnos, pero asegura que lo único que les caracterizaba es que eran más estrictos que el resto. No es que hicieran nada indebido, pero no pasaban nada por alto”.
Fuente: Noticias de Guipúzkoa
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