Los miedos están
presentes en la historia del ser humano y en todas las culturas. Ya, desde que somos pequeños, pasamos por
diferentes miedos relacionados con nuestra supervivencia. El miedo surge ante
amenazas, potencialmente peligrosas para la supervivencia o por el significado
de interpretación que la persona le da o ha aprendido de sus padres o entorno,
lo cual activan intensas emociones que nos predisponen para actuar frente al
peligro. Consideramos que un miedo pasa
a fobia, cuando éste miedo interfiere en la vida diaria de la persona,
impidiendo un correcto desarrollo de la persona.
La amoxofobia,
es un miedo excesivo ante la conducción de un vehículo. Es un trastorno fóbico
poco estudiado y los datos de prevalencia en nuestra sociedad no están claros,
oscilando entre un 7-30% de la población. Sin
embargo, ¿quién no conoce a un amigo, familiar, conocido…que a pesar de
tener el carnet de conducir presenta un miedo extremo a conducir? Lo que sí
parece claro, es que este trastorno se presenta más en mujeres que en hombres y
en un rango de edad de entre 30 a 40 años.
Las causas de la amaxofobia pueden ser
múltiples y dependerán también de la personalidad de la persona. A nivel
general, las personas que presentan amaxofobia se caracterizan por:
Ø
Haber vivido una situación de estrés al volante
(un accidente de tráfico o una experiencia cercana a él).
Ø
Presentar una falta de confianza, inseguridad, o autoestima, debida a una escasa formación o
preparación previa.
Ø
Personas que han estado años sin conducir o
puede surgir por un estado emocional o personal adverso que se puede ver reflejado
a la hora de tener el “control”.
Ø
Aprendizaje de padres o entorno, por ejemplo, el
hecho de que uno de los padres no conduzca o tenga miedo a la conducción, puede
influir en la presencia de amaxofobia.
¿Qué síntomas presenta una persona con amaxofobia?
Una persona que
presenta esta fobia puede presentar dificultades a la hora de sacarse al carnet
de conducir, esto es, alargan el tiempo para sacarse el carnet o presentarse al
examen, acuden irregularmente a la autoescuela... Ante la conducción, la
persona puede presentar niveles elevados
de ansiedad (taquicardia, sudoración, vértigos, respiración agitada, dolor
o molestias en el pecho, miedo a perder el control…), pensamientos negativos que incrementan la ansiedad (“no seré
capaz de hacerlo bien”, “seguro que doy un golpe a alguien”…) y un estado emocional negativo. Además las personas con amaxofobia suelen
presentar una baja autoestima, una alta rigidez cognitiva, un gran nivel de
autoexigencia, una baja tolerancia a la frustración, fragilidad emocional y una
alta susceptibilidad al miedo.
¿Cómo se mantiene la amaxofobia?
La amaxofobia
comienza principalmente por la presencia de pensamientos negativos relacionados
con la conducción y los peligros que esta puede entrañar. Estos pensamientos se
mantienen en nuestra mente de manera constante y se hacen más fuertes cuando
tenemos que ponernos delante del volente. Estos mismos pensamientos serán los
que provocarán unos cambios fisiológicos y emocionales que darán lugar a una
conducta de evitación o paralización. De esta manera se generará un “círculo
vicioso” que se irá incrementando sino intervenimos cuanto antes.
Las personas
con amaxofóbia presentan dificultades sobretodo en las siguientes situaciones:
·
Circulación en
puentes
·
Circulación en
túneles
·
Incorporaciones
a vías rápidas
·
Incorporaciones
en vías rápidas con varios carriles.
·
Curvas cerradas
y peraltadas
·
Vías con muros
de separación
·
Estacionamiento
·
Grandes bajadas
en puertos de montaña
Para muchas
actividades diarias, el uso del coche para desplazarte es necesario, pudiendo
interferir la esta fobia en el área
laboral, social, física, emocional y familiar. Por ello, es frecuente que
las personas con amaxofobias acudan a la consulta cuando sientan que su estado
emocional negativo va incrementando y va afectando a su vida laboral y
personal, a causa del incrementando el número de conductas a evitar.
El tratamiento de la amaxofobia
consiste en una intervención integral basada en un tratamiento cognitivo
conductual destinado a modificar los pensamientos negativos y aplicando de
forma progresiva y pautada una exposición progresiva a la conducción
interviniendo a nivel emocional y reduciendo la ansiedad mediante ejercicios de
técnicas de relajación. Así mismo, es conveniente el uso de la Programación
Neurolingüistica . Todo ello con el objetivo de incrementar el bienestar
psíquico y emocional de la persona y mejorar su calidad de vida. Para más información, no dude en ponerse en
contacto con nosotras. Estaremos encantadas de explicarle nuestro tratamiento.
Sarai García Hojas. Neuropsicóloga.
Martínez Bardají Psicología. www.psicologiaycoaching-zaragoza.es
Remitido desde ASEXTRA Bilbao
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