Los adolescentes pueden empezar a conducir con mucha precaución, pero a medida que pasa el tiempo comienzan a realizar varias tareas con mayor asiduidad, como utilizar los teléfonos móviles, comer y hablar con los demás pasajeros del vehículo, de forma que aumenta en gran medida su riesgo de accidentes o incidentes de pequeños choques al volante, según un estudio del Instituto de Transporte del Instituto Politécnico y la Universidad Estatal de Virginia, en Estados Unidos, que se publica este jueves en ‘New England Journal of Medicine’.
“Los conductores noveles son más propensos a involucrarse en tareas secundarias de alto riesgo con mayor frecuencia con el tiempo a medida que se sienten más cómodos con la conducción”, señala la primera autora del artículo, Charlie Klauer, líder del grupo de riesgo de los adolescentes y la prevención de lesiones en el Centro sobre la Vulnerabilidad de los Usuarios en la Seguridad Vial.
“Las cada vez más altas tasas de realización de tareas secundarias entre los conductores noveles con licencias nuevas en nuestro estudio son preocupantes, ya que parece ser un importante factor que contribuye a los accidentes o casi accidentes”, subraya. Estudios de tráfico concluyen que los conductores de 15 a 20 años de edad son el 6,4 por ciento de todos los conductores en la carretera, pero están implicados en el 11,4 por ciento de las muertes y el 14 por ciento de los accidentes que resultan en lesiones.
Klauer y su equipo de investigación hallaron que entre las distracciones peligrosas que entretienen a los conductores noveles más que a los experimentados incluyen el manejo de un teléfono móvil para llamar o escribir un mensaje, coger algo que está lejos del volante, mirar algo a un lado de la carretera y comer. Todos estos actos fueron estadísticamente significativos como una distracción para los nuevos conductores.
“Cualquier tarea secundaria que lleve los ojos del conductor novato fuera de la carretera aumenta el riesgo”, alerta Klauer. “Un conductor distraído es incapaz de reconocer y responder a los peligros del camino, como la desaceleración brusca de un vehículo pesado o la entrada repentina de un vehículo, peatón o un objeto a la carretera”, agrega.
Klauer y su equipo compararon los resultados de un estudio de 100 coches durante un año con conductores entre 18 y 72 años de edad, con un promedio de 20 años de experiencia y un estudio de 18 meses de 42 adolescentes que tenían licencias de conducir por menos de hace tres semanas antes del comienzo del trabajo.
Los participantes de ambos análisis condujeron vehículos equipados con los mismos sistemas de recogida de datos desarrollados en el Instituto de Transporte de la Universidad de Virginia, incluyendo cuatro cámaras y un conjunto de sensores que recopilan continuamente el vídeo y los datos de rendimiento de conducción a lo largo de la duración de ambos estudios.
Una tarea secundaria se consideró un factor que contribuye a cualquier accidente o casi accidente si ocurrió dentro de los cinco segundos antes o dentro de un segundo después del evento. Un accidente se define como cualquier contacto físico entre el vehículo del participante en el estudio y otro objeto, en el que el conductor tuvo la culpa. Una casi colisión incluye cualquier maniobra que requiere una maniobra rápida del conductor para evitar un accidente.
Los datos revelaron que en comparación con los conductores con experiencia, los noveles realizan tareas secundarias con menor frecuencia durante los primeros seis meses, pero que alcanzaban las tasas de los conductores experimentados a los entre siete y 15 meses y se dedicaban a tareas que no son propias de la conducción con más frecuencia que los experimentados a los entre 16 y 18 meses, un aumento del doble en las distracciones de riesgo durante los últimos tres meses del estudio. (Información)
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