La empresa asturiana Isastur ha creado un badén reductor de velocidad 'intermitente'. El primero de estos badenes escamoteables, que reciben la denominación Vivaden, está instalado en Asturias y ya está operativo. La compañía ya ha comenzado su comercialización entre las administraciones públicas españolas y en una fase posterior, pretende poder internacionalizar el dispositivo.
Vivaden es un nuevo dispositivo reductor de velocidad que solo sobresale del suelo en determinadas situaciones, como el exceso de velocidad de un vehículo, o accionado a voluntad si se trata de una hora punta con alta densidad de tráfico o la hora de entrada o salida de un colegio, y además, es capaz de discriminar a los servicios de emergencias, ocultándose a su paso.
El proyecto de investigación y desarrollo está financiado por el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA) y cofinanciado con fondos europeos FEDER de desarrollo regional. El sistema nace, según ha explicado la compañía, en un contexto general de impulso a la movilidad sostenible y con el objetivo de contribuir a la denominada 'pacificación del tráfico'.
Con esto, se trata de implantar el principio de moderación de la velocidad de circulación en las calles urbanas, de modo que el coche privado pueda ser compatible con otras alternativas como el desplazamiento a pie y en bicicleta.
Así, con Vivaden se sale al paso de los firmes opositores de los badenes convencionales, que toman esta posición porque considera que su instalación penaliza a todos los conductores, vayan rápidos o no e incluso a la vecindad, a causa del ruido que producen coches y camiones al pasar sobre el badén. (Información completa)
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