Finalizaba marzo cuando asistimos a la jornada para debatir sobre la reducción de la siniestralidad vial en España en la Fundación Mapfre. Allí especialistas y las directora general de la DGT resumieron algunas de las medidas y acciones más relevantes para llevar a cabo, por ser más eficientes y efectivas en la reducción de la siniestralidad.
La cuestión es que allí se citaron sobre todo los límites de velocidad, la tolerancia cero al alcohol y drogas, y el uso del caso y del cinturón de seguridad, como las más importantes y eficaces para reducir el número de fallecidos y heridos en accidentes de tráfico. La cuestión es que los motoristas esperan y necesitan más que eso.
El riesgo de matarse en un accidente de moto es mucho mayor
Los conductores de motos son más vulnerables que los conductores de un coche. Según datos de la DGT, aproximadamente el riesgo de matarse en un accidente de moto es 17 veces superior al de matarse en coche.
Claro que el cumplimiento de los límites de velocidad, no conducir bebido ni habiendo consumido drogas y el uso del casco siempre, son imprescindibles para reducir la siniestralidad de los usuarios de motocicletas y ciclomotores. Como siempre conducir con responsabilidad y precaución es la medida más eficaz.
A más velocidad más fácil es perder el control de la moto, más difícil es hacer frente a un imprevisto y más graves son las consecuencias de una caída. No hay nada que discutir sobre el alcohol y drogas, que afectan severamente a la percepción, reflejos y capacidad de análisis, reacción y sincronización del conductor.
Y el casco por supuesto es vital, pues ha demostrado sin lugar a dudas que evita lesiones graves incompatibles con la vida en la cabeza, cerebro y cervicales del conductor. Lo extraño es que todavía a día de hoy el casco no se usa al 100%, y sigue habiendo conductores de ciclomotores que piensan que por ir ahí al lado no hace falta ponerse el casco.
Pero también hay que invertir en infraestructuras más seguras
Pero además de esto hay varias medidas que se pueden y deberían tomar para reducir aún más la siniestralidad de las motos, y que están relacionadas con las infraestructuras. Lamentablemente algunas pueden exigir invertir dinero que las administraciones públicas dicen no tener.
Podríamos decir que las tres más importantes son: pavimento, barreras y pintura.
Para una moto es muy importante el buen estado del asfalto del pavimento de la calzada, que sea homogéneo y sin irregularidades, que la adherencia sea buena y que drene adecuadamente el agua de lluvia. Hay que prestar atención también al sellado de las fisuras y grietas del pavimento, para que no sea resbaladizo. Hay que prestar también cuidado con los peraltes y contraperaltes de las curvas, y sobre todo con la transición entre peraltes. (Seguir leyendo)
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