Tráfico aumenta el control en carreteras secundarias ante el goteo de accidentes

Los vehículos pesados tendrán restringida la circulación en tramos especiales de alta siniestralidad 

Durante el mes de marzo han perdido la vida 15 personas en cinco accidentes de tráfico registrados en las carreteras secundarias españolas. Tres de ellas lo hicieron el día 1 en el siniestro múltiple registrado en la N-340 a su paso por Alquerías del Niño Perdido, en la provincia de Castellón. Esta fatídica carretera acumula seis muertos en lo que llevamos de año, sólo uno menos que en todo 2013. Pero no es la única culpable. A lo largo del pasado año, las carreteras secundarias valencianas registraron, de media, siete accidentes con víctimas cada día y acumularon 62 de los 88 muertos por siniestros de tráfico contabilizados el pasado ejercicio en todas las vías de la Comunitat. Además de los muertos, los siniestros en estas carreteras dejaron 368 heridos graves y más de 3.000 leves el año pasado, según los datos proporcionados por la Jefatura Provincial de Tráfico a LAS PROVINCIAS.

La Dirección General de Tráfico, por tanto, no es ajena a esta tendencia, por lo que ha dado instrucciones a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil «para que se intensifiquen los controles y se redoble la vigilancia en este tipo de vías, sobre todo para detectar infracciones relacionadas con los excesos de velocidad y la realización de adelantamientos antirreglamentarios».

Además, según precisaron ayer, «se propondrán medidas de restricción a la circulación de vehículos pesados de más de 7.500 kilos de masa máxima autorizada en tramos específicos con alta siniestralidad con este tipo de vehículos». La N-340 y la N-332, en el tramo entre Sueca y Favara, son dos grandes candidatas a acoger estas medidas.

Las mayoría de los expertos coinciden en señalar que las convencionales son las carreteras más peligrosas ya que, además de concentrar la mayoría de los accidentes más graves, no disponen de una separación física de ambos sentidos de circulación, con el consiguiente riesgo a la hora de adelantar. Por tanto, y para tratar de reducir la siniestralidad en las carreteras, «se incrementarán los controles de velocidad y se intensificará la vigilancia sobre conductas de riesgo, sobre todo en referencia a la realización de maniobras de adelantamiento».

Además del estado de la vía (muchas de ellas presentan problemas en el firme o deficiencias en la señalización), el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y, sobre todo, las distracciones al volante tienen buena parte de culpa de la gran cantidad de siniestros. No es de extrañar, por ejemplo, que la propia directora de la DGT, María Seguí, volviera ayer a insistir en la necesidad de implantar un sistema que permitiera «reciclar» la educación vial y la conducción de los conductores veteranos, de entre 30 y 55 años de edad, ya que éste es el segmento de la población conductora que más accidentes sufre.

«No decirlo sería negar la realidad», aseveró Seguí, que recordó que la media de edad de los fallecidos en accidentes de tráfico durante 2013 fue de 46 años y que, «la mayoría de los accidentes ocurrieron entre las 8.00 y las 20.00 horas de lunes a viernes». Esta situación, por ejemplo, destierra el mito de que el alcohol y las noches de los fines de semana concentran la mayoría de los accidentes. (Información completa)

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