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sábado, 21 de septiembre de 2013

La conductora que mató a dos jóvenes declara que sólo tomó dos cervezas esa noche

La acusada no se explica por qué dio positivo en el control de alcoholemia y asegura que la botella de whisky encontrada en su coche era de su hermano

Dos cervezas, una botella vacía de whisky en la guantera, una alcoholemia positiva y un informe demoledor de la Policía Local. Las pruebas e indicios que incriminan a Blanca G. S., la conductora que causó un accidente con dos muertos junto al Hospital Clínico de Valencia, se sucedieron ayer durante la declaración de la joven y las preguntas formuladas por las partes en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Ciudad de la Justicia. La acusada declaró que la noche del siniestro sólo tomó dos tercios con una amiga, y afirmó que no recuerda el momento del choque ni cuando se saltó ocho semáforos en rojo, según la investigación policial.
La procesada adujo que sufre amnesia postraumática, y aseveró que no se explica cómo tuvo lugar el trágico accidente ni cómo dio positivo en las dos pruebas de alcoholemia que le realizaron -en aire espirado y sangre- poco después del choque mortal. La joven precisó que tomó una cerveza con unas aceitunas, y luego, en otro bar, otro tercio más con unas bravas. «Y no tomé nada más», insistió. También dijo que no conduce «saltándose semáforos en plan loca», sino a una velocidad prudente «en segunda o tercera -marcha- para ir en ciudad».
Blanca G. rompió a llorar e interrumpió su declaración tras emocionarse cuando explicaba que tenía un hijo de un año y medio y que había recibido tratamiento psicológico tras el accidente. Seguidamente, la acusada señaló que sopló tres veces en la prueba de alcoholemia -que arrojó un resultado positivo de 0,35 miligramos de alcohol por litro de aire espirado-, y manifestó que un policía local le dio un papel para que lo firmara antes de realizarle la analítica de alcohol en sangre.
«Me dijo que si no lo firmaba cometía un delito e iría al calabozo, y por eso firmé con el consentimiento de mi padre», declaró Blanca G., que se sintió presionada y coaccionada por el agente, aunque confirmó que no presentó ninguna denuncia por las supuestas exigencias del policía local. (Seguir leyendo)
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