Miembros de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife sorprendieron, durante la madrugada del pasado sábado, a un conductor de 52 años que circulaba bajo los efectos del alcohol y con siete pasajeros en un vehículo por la zona de El Draguillo, en las cercanías de Barranco Grande, en el Distrito Suroeste.
El individuo, que fue identificado como W.G.H., no tiene carné de conducir, por lo que se le imputará un delito contra la Seguridad Vial.
Además, fue sancionado por exceder el número de pasajeros, conducir superando la tasa de alcohol permitida y también debido a que el coche tampoco tenía en vigor la ficha de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), ni poseía el seguro obligatorio.
Los agentes municipales ordenaron al conductor que se detuviera, al detectar que en el asiento del acompañante viajaban dos personas, un adulto con un bebé de ocho meses en brazos.
Además, por si fuera poco, en la parte trasera del turismo, un Opel Corsa, iban otros dos adultos y tres menores de edad, concretamente de seis, cuatro y tres años.
Mientras verificaban la identidad del conductor, los funcionarios policiales decidieron que sería necesario hacerle la prueba de alcoholemia, dando positivo en dicho test, aunque sin llegar al límite que establece la tasa de alcoholemia como delito.
El vehículo, que es propiedad de una tercera persona, circulaba sin disponer del seguro obligatorio y con la revisión de la ITV caducada, en ambos casos desde el verano del año 2012.
De manera espontánea, el conductor confesó a los policías locales que no posee permiso de conducción alguno y que el coche era propiedad de una tercera persona. (Información completa)
www.eldia.es
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