Una ciudadana madrileña, Ascensión Vargas Mendieta, ha ganado una importante batalla legal al Ayuntamiento de Madrid al poner en evidencia su deficiente, e ilegal en ocasiones, maquinaria para gestionar las multas de aparcamiento. Tres jueces distintos han dado la razón a la mujer en los diez pleitos que interpuso contra la Corporación por imponerle otras tantas multas derivadas de infracciones del S.E.R. (Servicio de Estacionamiento Regulado), también conocido como O.R.A.
La primera consecuencia es que el Ayuntamiento está condenado a devolver a la protagonista de la historia, que además es abogada, los 3.000 euros que le cobró de forma ilegal, y además tendrá que pagar unos 800 euros de las costas del procedimiento.
El caso arranca en diciembre de 2007. Entre ese mes y marzo de 2008, Ascensión deja varias veces su coche los fines de semana a una familiar y a un amigo suyo italiano. Los agentes del S.E.R. multan en diez ocasiones al vehiculo en ese periodo por no poner el tícket.
El Ayuntamiento de Madrid comienza a notificar a Ascensión las multas, y ella comunica a la Corporación el nombre y apellidos del infractor, el ciudadano italiano amigo de su familiar. Aporta nombre y apellidos, número de licencia de conducir, y domicilio en Caserta (Italia).
Los servicios municipales insisten entonces a la mujer solicitando el permiso de conducir de la persona identificada, y pruebas de que se encontraba en Madrid cuando se produjeron los hechos. Ascensión planteó alegaciones argumentando que el artículo 72.3 de la Ley de Seguridad Vial, vigente en el momento de los hechos, le exigía una identificación "veraz" del conductor, lo que no abarcaba lo que pedía el Ayuntamiento. (Seguir leyendo)
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