Condenada una red de 15 acusados por amañar carnés de conducir en la isla

El dueño de una autoescuela facilitaba los documentos a los clientes sin hacer el examen teórico

Un juzgado penal de Palma ha condenado a una red que a principios de 2003 se dedicó a amañar carnés de conducir en la isla. Los quince acusados, entre ellos el cabecilla de la trama, el dueño de una autoescuela de Palma de 55 años de edad, confesaron ayer los hechos y se declararon culpables de un delito de falsificación de documento oficial. El acuerdo entre fiscalía y defensas evitó la celebración del macrojuicio, que estaba previsto que durara tres días.

La vista oral tuvo lugar ayer por la mañana en la sala del jurado de la Audiencia de Palma por motivos de espacio. Catorce imputados aceptaron penas mínimas de once meses y tres meses de prisión, que se sustituyen por multas. Mientras, el líder del entramado se conformó con una condena de un año y once meses de cárcel, que tampoco es de cumplimiento en prisión. Este hombre, a través de su autoescuela, facilitaba a sus clientes la obtención del permiso de conducir sin que tuvieran la necesidad de examinarse y aprobar el examen teórico.

Los aspirantes entregaban sus pasaportes a intermediarios de la red, encargados de captar a los futuros conductores tanto en Balears como en la península. Luego, el responsable de la autoescuela manipulaba los documentos sustituyendo las fotografías originales por las de otras personas, que son las que se presentaban en realidad a las pruebas teóricas. Por suplantar a los clientes, estos sospechosos recibían una remuneración.

Los hechos tuvieron lugar entre febrero y junio de 2003 y la Policía Nacional localizó a una decena de personas que se benefició de este ardid. Ocho de ellas ayer fueron condenadas por falsificación documental. Otros dos encausados fueron finalmente absueltos después de que el fiscal retirara los cargos contra ellos. La sentencia será remitida a la Jefatura de Tráfico para anular los carnés sospechosos. A todos los imputados se les apreció la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas por el retraso injustificado del caso a lo largo de diez años. (Seguir leyendo)

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