La Guardia Civil se ha visto obligada a incrementar la vigilancia en
los exámenes para la obtención del carné de conducir. ¿El motivo? La
presencia de suplantadores profesionales, que se hacen pasar por otra
persona para superar las pruebas, tanto la teórica como la práctica. Lo
llamativo es que acaban de detectarse los primeros casos con ciudadanos
españoles implicados.
Y es que, hasta ahora, este “negocio” era coto privado para
extranjeros. Fundamentalmente, lo hacían ciudadanos de color o chinos,
que realizaban los exámenes en lugar de un compatriota que encuentra
dificultades con el idioma o para entender los conceptos de circulación.
Se aprovechan del parecido físico que, a nuestros ojos, pueden tener
muchos de ellos, y de que las fotos que figuran en los documentos suelen
ser en blanco y negro, para pasar desapercibidos. También alteran o
falsifican los documentos de identidad para que figure el rostro del
suplantador. A cambio, estos profesionales del engaño perciben
cantidades que pueden llegar a los 12.000 euros. (Información)
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