El zaragozano A. D. H. fue sorprendido por dos agentes de la Policía Local a las 19.45 del 27 de abril de 2013 con una pequeña cantidad de cannabis (1,15 gramos de mezcla de tabaco y la citada droga)en una cafetería de la calle Jarque de Moncayo de Zaragoza, cerca de la Vía Hispanidad. Ese desliz le ha costado una auténtica odisea salpicada de continuas visitas a la Jefatura de Tráfico, la subdelegación de Gobierno, comisarías de Policía y dos centros médicos privados con el objetivo de recuperar su carné de conducir, que le fue retirado tras presentar un recurso a la multa inicial, de 302 euros. El motivo, ser supuestamente un consumidor habitual.
Según la denuncia, los agentes se encontraban en el ejercicio de sus funciones en la cafetería de la residencia Pignatelli cuando se dirigieron "a los aseos anexos a esta y de uso público para hacer uso de ellos, pudiendo apreciar en el ambiente el posible consumo de sustancias prohibidas". Los funcionarios señalan que "se observa cómo de uno de los retretes salen dos individuos, que al percatarse de la presencia policial se comportan de forma nerviosa".
La denuncia señala a continuación que "ante las sospechas de que estuvieran en posesión de sustancias estupefacientes, concretamente marihuana, se les solicita la documentación personal" y, al preguntar a A. H. D. si "portaba algún tipo de sustancia ilegal, entrega a los agentes de manera voluntaria un porro y un cogollo de lo que dice ser marihuana, indicando asimismo ser consumidor habitual de este tipo de sustancias". En este último detalle radica la pérdida del carné.
Este joven de 25 años (en el momento del suceso tenía 23) suma ya 16 meses de recursos y alegaciones para recuperar su permiso de conducción. En el recurso se escudaba en los artículos 19 y 20 de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana y aseguraba que "la obtención de la sustancia" había sido "irregular" y "no legal", ya que "no estaba a la vista, estaba en un lugar privado, íntimo y no hubo sospechas de estar en la esfera de haber cometido un delito".
Tras presentar sus alegaciones, y en vista del citado consumo "habitual", la Policía Local emitió una solicitud a la Jefatura de Tráfico para que sometiese a A. H. D. "a una revisión extraordinaria de sus condiciones psicofísicas, para determinar si es apto para la conducción de vehículos a motor". Tráfico confirmó la suspensión cautelar del carné "por considerar que su mantenimiento entraña un grave peligro para la seguridad del tráfico, así como que perjudica notoriamente el interés público por la pérdida de las aptitudes psicofísicas requeridas". (Seguir leyendo)
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