Una empresa suiza ha querido mostrar al mundo qué es lo que pasa cuando un vehículo choca con otro a 200 kilómetros por hora. El test realizado por Dynamic Test Center AG coincide con la operación retorno y sirve para reclamar prudencia al volante. Para la prueba los ingenieros utilizan un Opel Omega y lo sitúan en una empinada lanzadera para que coja velocidad. A la hora del impacto con un coche parado, el Opel alcanza los 200 km/h y prácticamente se desintegra. Este tipo de experimentos es inusual. Otros organismos como el Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos (EuroNCAP) hacen sus test sólo a 64 km/h para ver como afectarían los accidentes a los ocupantes del vehículo. (Información)
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