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jueves, 27 de agosto de 2015

Burgos: La demografía pone en jaque a las autoescuelas

Difícil solución tiene el «principal problema» al que se enfrentan las autoescuelas burgalesas. No es un obstáculo particular, lo comparten con el sector de todo el país. La demografía se revela como su bestia negra. Más aún que la crisis, aunque también aprieta. Estos centros formativos han visto caer a la mitad su clientela en los últimos cinco años a causa de la baja natalidad registrada en la década de los 90. Y es que son los llegados al mundo en aquellos años los que estrenan ahora mayoría de edad y se lanzan -o se lanzaban, pues aquí sí que la recesión se ha notado- a obtener el carné de conducir.
El Instituto Nacional de Estadística evidencia la evolución a la baja de la población joven de la provincia. Sus informes revelan que el grupo de edad entre los 15 y los 19 años se desinfla a ritmo notable. En concreto, en la última década perdía 3.000 personas al pasar de 17.838 a 14.891. Mayor es la diferencia con los últimos años del siglo pasado cuando la cifra rondaba los 22.000 burgaleses.
El presidente de la agrupación que representa al sector en la provincia, Miguel Martínez, tiene claro que «poco se puede hacer» y explica que el mayor ‘golpe’ lo recibían hace tres años. «Hasta entonces la población inmigrante compensaba en parte la falta de jóvenes. Pero la crisis llegó y también ese tipo de cliente desapareció», relata para reconocer que desde 2012 «sobreviven» con la mitad de alumnos y unas tarifas muy por debajo de las de antaño. 

«Ahora el coste de la matrícula y las clases teóricas ronda los 150 euros de media y hace unos años llegaba a 300», indica. En las clases prácticas, sin embargo, el descenso es menor, al pasar de 29 euros a estar entre 20 y 25. «Estas exigen una atención individualizada que ya no permite ajustar más el precio», aclara Martínez, aunque también reconoce en 2015 un muy leve repunte. Insuficiente no obstante para recuperar el empleo perdido en estos últimos años. 

Y es que si bien el número de centros -que no de autoescuelas, porque una puede tener varios en activo- se mantiene en torno al medio centenar, la cantidad de profesores para atender las clases ha mermado. «Antes hacían falta hasta 7 y 8 personas en algunos negocios y ahora con 2 o 3 lo cubres», señala el representante del gremio en Burgos.
Ni siquiera las clases para recuperar los puntos perdidos del carné les han servido de ayuda. En primer lugar porque la administración adjudica este servicio a una autoescuela por provincia y sobre todo porque «con la crisis los conductores se han vuelto mucho más precavidos», valora Martínez. 
En cuanto al perfil mayoritario de su clientela pocos cambios se registran. Los jóvenes, aunque sean menos, mandan. «Es verdad que esperan un poco más. Antes llegaban al cumplir 18 y ahora vienen con 20 o 21 años», aclara.

LA FALTA DE EXAMINADORES AVIVA LA FUGA DE ALUMNOS

Junto a la demografía y a la recesión económica general, la falta de examinadores es la gran preocupación de los profesionales del sector de autoescuelas. Y es que de ocho han pasado a cuatro para toda la provincia tras las jubilaciones de los últimos años. Las plazas vacantes no se han cubierto y los formadores reclaman a la Jefatura de Tráfico de Burgos una solución. «Hay tal colapso que hablamos de más de 20 días de espera para conocer la fecha del examen y eso es un trastorno para el alumno, sobre todo en esta época del año, pues muchos estudian o trabajan fuera. Además, si el día que te toca no puedes por cualquier motivo te dan por suspendido. La falta de medios al final penaliza al ciudadano», explica Martínez y lamenta que esta situación, de paso, aviva la fuga de clientes pues los que ya están alertados de la espera y viven fuera optan por matricularse en escuelas de sus ciudades de residencia.

Sobre este punto la Jefatura Provincial de Tráfico anuncia que, en estos momentos, «hay una convocatoria abierta para cubrir la plaza de un quinto examinador, y hasta que no culmine el proceso no sabremos si alguien lo habrá superado, y por tanto se incorporará a la plantilla existente». La posibilidad de un nuevo incremento a medio plazo se desconoce: «Carecemos de información al respecto, ya que es una cuestión de política de personal a nivel de Organismo y de Administración General del Estado, y por tanto cumpliremos con lo que se establezca en un futuro», explican. (Información)

www.elcorreodeburgos.com

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