La postura que adoptamos al volante es más importante de lo que parece para evitar daños en la espalda. Agarrar el volante con una mano o conducir con el brazo sobre la ventanilla son las malas costumbres que más problemas provocan
Aunque la mayoría de conductores pensamos muy poco en ello, la postura corporal durante la conducción puede acarrear problemas de espalda evitables teniendo en cuenta una serie de recomendaciones. Según indica Javier Cabanas, director de la Escuela de Conducción de la compañía de renting y gestión de flotas ALD Automotive, “la espalda es la parte del cuerpo que más sufre cuando conducimos, pues la tensión o los hábitosprovocan que adoptemos posturas incómodas e inseguras”.
Tal y como demuestran los expertos en conducción de esta compañía, una correcta conducta al volante reduce la fatiga y permite además al conductor reaccionar de forma más rápida ante cualquier imprevisto que se encuentre en la carretera. Por ello, es necesario ser conscientes sobre la postura que adoptamos en el vehículo. Entre los consejos pensados para mejorar esta situación se encuentran:
- Ajustar el asiento a nuestras medidas. Al conducir un vehículo que no es el nuestro, debemos revisar la posición del asiento, inclinación correcta del respaldo y distancia a los pedales. Cuando nos sentemos debemos ajustar el asiento, pues al pisar el embrague hasta el fondo, nuestra pierna izquierda debe quedar estirada. Además, en relación al respaldo, éste no puede estar completamente recto, pues provocará que el cuerpo esté en tensión continua, por lo que las contracturas pueden aparecer más fácilmente.
- Sentarse a una distancia correcta del volante. Adoptaremos una postura correcta cuando los hombros no se separen de la parte alta del respaldo y cuando al extender los brazos sin rigidez, las muñecas reposen sobre la parte alta del volante.
- Apoyar la espalda en el respaldo. A la hora de conducir, debemos apoyar la totalidad de la espalda en el respaldo y la cabeza debe estar bastante cerca del reposacabezas, aunque sin que haya contacto.
- Controlar el volante con las dos manos. Cogerlo con una sola mano perjudica no sólo la espalda, sino también nuestra capacidad de reacción.
- Conducir con los brazos pegados al volante. Manejar el vehículo con el brazo sobre la ventallina es una postura muy común entre los conductores y, sin embargo, una de las más perjudiciales, ya que puede producir la aparición de las denominadas tendinitis del supraespinoso.
- Uso del control de velocidad de crucero. En los vehículos que lo incorporan, este regulador electrónico mantiene la velocidad marcada. Ello permite adoptar una posición más relajada y natural durante la conducción.
- Colocar los bultos en el suelo. En ocasiones, cuando detenemos el vehículo delante de un semáforo o estamos parados en un atasco, aprovechamos para coger bultos que hemos colocado en los asientos traseros. En ese momento, los movimientos bruscos, rápidos y antinaturales pueden producirnos tirones. (Información)
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