Los deseos de María Seguí, directora general de la DGT, tampoco se han cumplido en el último Consejo de Ministros celebrado antes del 20-D. El Gobierno de Rajoy ha dejado este viernes, otra vez, el nuevo reglamento de circulación fuera de la batería de medidas aprobadas. La normativa diseñada por Tráfico sigue, por tanto, en un cajón del Ejecutivo. Y así continuará —"pese a sorpresa mayúscula", como destaca el sector—, al menos, hasta que se dilucide el nuevo inquilino de La Moncloa. Esa normativa, uno de los proyectos estrella de Seguí para su mandato, contempla elevar la velocidad a 130 kilómetros por hora en determinados tramos de autovías y autopistas; así como reducir los límites a 90 en las carreteras secundarias.
Una norma que nunca llegó. La DGT confeccionó el reglamento y lo envió al Gobierno. El Consejo de Estado se pronunció entonces sobre su contenido: concluyó que modificar los límites al alza, aunque fuese en situaciones excepcionales, "puede producir una mayor accidentalidad". Por ello, pidió al Ejecutivo que se replantee la medida. Este decidió, en cambio, dejar que pasase el tiempo. Y Tráfico continuó trabajando sobre la misma idea. De hecho, en abril de este año, Seguí anunció que habían calculado que "podría subirse" la velocidad a 130 en 1.500 kilómetros de la red viaria española. "[El documento] ya está cerrado por nuestra parte. Ahora, todo depende de la decisión que tomen en el Consejo de Ministros", afirmó en ese momento la directora general.El PP incluyó en su programa para las elecciones de 2011 la promesa de "adecuar los límites de velocidad de acuerdo a consideraciones objetivas que tengan en cuenta la siniestralidad, la contaminación, la calidad de la infraestructura, su trazado y la afección sonora, entre otras consideraciones". Los populares comenzaron a trabajar en esa dirección tras su llegada al poder. El Gobierno impulsó entonces una reforma de la Ley de Seguridad Vial, ya vigente, que contempla la posibilidad de subir el límite a 130 kilómetros por hora. Pero su aplicación práctica quedó a la espera del desarrollo de un nuevo reglamento de circulación, que debía especificar dónde y cuándo se podía conducir a esa velocidad.
Con la vista puesta ya en la próxima legislatura, el PP ha elaborado un programa donde ha matizado su posición sobre modificar los límites de velocidad. Ahora, ese no es el mensaje principal. Los populares prometen para el próximo año, de repetir en La Moncloa, "avanzar hacia una gestión de la velocidad inteligente". "Sobre todo, en el entorno urbano, [donde] favoreceremos la incorporación en la circulación de modos de transporte no motorizados como la bicicleta", reza el documento confeccionado por el equipo de campaña y la ejecutiva del partido en el Gobierno.Hace meses que el sector español dedicado a la Seguridad Vial da por perdida la aprobación del nuevo reglamento. De hecho, a medida que se ha acercado las fechas de las elecciones, las preguntas sobre el mismo a la máxima responsable de la DGT se han multiplicado. Generalmente, Seguí ha optado por esquivarlas. Aunque, en septiembre, dejó algún mensaje revelador: "No me enfada que no se apruebe, pero me preocupa". (Información)
www.elpais.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario